Ateísmo y subalternidad en la deconstrucción de la identidad según Gayatri Spivak y Homi Bhabha

En sus respectivas Cartas y/o Tratados sobre la Tolerancia, tanto Locke como Voltaire excluyeron de la tolerancia debida tanto a aquellas religiones identificadas como fanáticas por no tolerar las prácticas religiosas del resto como a aquellas personas en cuya palabra no se podía confiar –los ateos- porque no creían en ninguna garantía superior o trascendente de lo que decían que no fueran ellos mismos. Concretamente, Voltaire calificaba la palabra de los ateos como “moneda falsa”, y afirmaba que en el trato con un ateo “todos los vínculos sociales desaparecen, quedan rotos”. Más allá de cuestiones puramente teológicas, los ateos eran excluidos de la sociedad civil por no creer en ninguna garantía trascendente del contrato social: la dimensión de su herejía no era teológica sino sociosimbólica. Creencia y confianza en lo lingüísticamente afirmado aparecen, pues,  dimensiones fundamentales e ineludibles en la producción de una identidad socialmente compartida.

Mientras que el proyecto del Estado-nación desarrollado por Fichte y Hegel suponía como condición sine qua non de su existencia la homogeneidad lingüística (comunicación) y cultural (costumbres y creencias) como base para la construcción de la identidad política, la deconstrucción derrideana de los fundamentos epistemológicos de la política occidental conlleva la crisis definitiva de dicho proyecto de homogeneidad debido a la apertura temporal e intersubjetiva que ubica la diferencia como necesariamente previa a la identidad sociosimbólica del sujeto. Antes que a una dimensión histórica contingente, la crisis de la identidad nacional(ista) estaría enraizada en los fundamentos fenomenológicos-lingüísticos presentes en la producción intersubjetiva de la identidad personal.

Influenciados profundamente por los análisis derrideanos, los análisis postcoloniales de Gayatri Spivak y Homi Bhabha desarrollan dos caras diferentes pero complementarias de los procesos de hibridación y mestizaje cultural realizados desde la perspectiva de la fenomenología sociosimbólica. En el primer caso, Spivak utiliza el ritual de la quema de la sati como ejemplo paradigmático desde el que defender que más allá de la simple hibridación y/o indecidibilidad de la subjetividad deconstruida, la identidad subalterna es producida mediante la imposición de un silencio sociosimbólico: la subalterna no puede hablar. La deconstrucción no se produce en la percepción interna de sí misma (identidad imaginaria) sino en la imposibilidad de que lo que dice (su mensaje sobre quién es) sea correctamente recibido por la cultura dominante receptora (identidad sociosimbólica). En el segundo caso, Bhabha sitúa el proceso de deconstrucción en las prácticas de traducción e hibridación lingüística realizadas por los propios sujetos subalternos respecto de la cultura occidental que les es impuesta, cuyo paradigma de transmisión ya no sería el silencio, sino el rumor.

La presente ponencia realiza un análisis comparativo de los procesos de conformación de la identidad subalterna realizados por Spivak y Bhabha, entendiéndolos como dos caras de un mismo y único proceso de producción/deconstrucción de la identidad hegemónica. Las conclusiones obtenidas establecen una conexión entre identidad subalterna y ateísmo sociosimbólico, pues ambos sitúan la diferencia simbólica como ontológicamente precedente a la identidad hegemónica, y necesariamente disidente respecto a la misma.

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