En el siglo XVIII cuando alguien fallecía, y especialmente cuando dejaba hijos menores, las justicias locales acompañadas del escribano de número, si lo había, procedían a inventariar sus bienes muebles, aquellos más susceptibles de ser enajenados en lo que los herederos alcanzaban la edad legal para tomar posesión y gestionarlos por sí mismos. Estas escrituras se conservan en los libros de protocolos de los escribanos de número, donde los hubo, y de los reales, donde no, y constituyen una fuente singular, por cuanto nos permiten entrar en los hogares de la época y acompañar al juez, estancia a estancia, revisando arcas y cajones, mientras describe y, a veces, incluso estima económicamente el valor de todo cuanto ve.
En la presente comunicación pretendemos, en primer lugar, hacer una evaluación de las posibilidades y deficiencias que presenta la fuente, y las metodologías con las que se ha trabajado. Una de las principales carencias es la cuantitativa. Este tipo de fuente, o bien no se protocola, o bien no se vuelve frecuente hasta el siglo XVIII, ello hace que cualquier intento de análisis secular sea infructífero o con un alto riesgo de sesgo, por la diferencia en las muestras interseculares.
Además también se han detectado grandes diferencias regionales en su uso, lo que supone un obstáculo a la comparación. Así dentro del reino de Galicia, en amplias jurisdicciones rurales como las de Muros, Noia o Corcubión, los inventarios son escasos, en comparación al noroeste orensano; pero también intra-provincialmente se acusan estas diferencias y el volumen de inventarios de la comarca celanovesa, también en Ourense, es muy reducido en contraste al área norte.
Por otro lado, al tratarse de una práctica fundamentalmente de oficio, pues a tutores y curadores no interesa tal inventario, la práctica depende de la iniciativa del juez, de su interés judicial, económico o posibilidades cuando las jurisdicciones son muy amplias; a, su vez, requería de conocimiento de las defunciones, para el que dependía de los cabos pedáneos, lo que constituía ya un camino a la ocultación.
La fuente ha demostrado ser muy poco útil en algunos ámbitos, como la cuantificación de ganados, ropas y despensas. Los primeros por ser los más susceptibles de ocultación, y porque, en lo que respecta a la ropa femenina, la mayoría de inventarios se producen por defunción de varón, siendo escasos los vestuarios de mujer de los que nos da cuenta. En cuanto a las despensas, incluso en las franjas cronológicas y áreas geográficas donde se han documentado más inventarios, estos son insuficientes para poder extraer apreciaciones generales, en consecuencia con el ciclo estacional de las despensas, de los productos habidos en los hogares.
En contrapartida, en ocasiones, los inventarios se vuelven tan útiles como únicos. La recogida de los títulos de las obras de lectura, o la descripción de cuadros e imaginería religiosa de los hogares ofrecen una aproximación al ámbito cultural y mental de sus moradores que ninguna otra fuente proporciona. Lo mismo sucede cuando nos encontramos ante el inventario de un hogar artesano, una carpintería, una herrería, etc. donde se nos describen las herramientas presentes. Ocasionalmente hayamos el inventario de algún comerciante, que nos permite conocer qué productos eran objeto del comercio local, de donde procedían, cuáles eran sus precios, etc., datos subjetivos indetectables en las fuentes fiscales.
Estos inventarios evidencian las diferencias económicas en el marco del hogar, y la vida cotidiana del campesinado, y también con respecto al clero y la nobleza local. Estas se hacen especialmente patentes cuando en la propiedad de un noble, o eclesiástico, se inventarían las estancias de los criados o anexos. Nos permiten conocer las diferencias en el vestir y el color de sus prendas, las diferencias en la cocina y a la mesa, el nivel de confort de sus lechos, la abundancia y suavidad o la pobreza y aspereza de su menaje. A su vez permite conocer la compartimentación de los hogares, sus dimensiones y mobiliario, o carencia de ellos. Todo ello evidencia además la evolución o revolución sufrida en las formas de vida en lo que no constituye una franja cronológica muy corta.
Como conclusión esperamos ofrecer una radiografía de los hogares reflectora de la estratigrafía social, que pueda ser objeto de comparación con otras, peninsulares y transoceánicas. Además esperamos apuntar cuál es la metodología más adecuada a las posibilidades reales de la fuente, aquellas menos sujetas a error, y porqué no proponer un modelo de trabajo para futuras investigaciones.
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Sandra Olivero Guidobono
Comentó el 21/05/2021 a las 11:59:24
Una vez más felicidades Rodrigo por esta propuesta de investigación en base a una fuente que a priori parece no aportar datos tan relevantes sobre la construcción social e identitaria. Los testamentos y los inventarios son fuentes vitales de enorme riqueza familiar que permiten reconstruir "el buen vivir". Es precisamente en el momento de la muerte cuando nos adentramos a la forma de vida de los individuos, familias y redes vinculares que conformaban el complejo entramado social. La cultura material, en el sentido del mobiliario, el vestuario, los ornamentos, etc. son indicadores de pertenencia, y por ende de incorporación -aceptación o rechazo- a diversos grupos. En los testamentos, el atuendo utilizado, las misas rezadas o cantadas, la cruz alta o no, el lugar donde se enterraba el cuerpo también son indicadores de esa pertnencia. Yo lo mediría en términos de pertenencia y no de estatus. Muy buen trabajo. Te animo a que consultes los que ya existen para la América española.
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María Auxiliadora Guisado Domínguez
Comentó el 20/05/2021 a las 11:39:26
El trabajo presenta una excelente y exhaustiva propuesta metodológica para el estudio de la estratigrafía social a través de los bienes inventariados. Como toda investigación viene determinada (y en algunos casos limitada) por la disponibilidad de las fuentes. ¿La documentación permite además hacer un seguimiento de la titularidad de aquellos bienes que, por sus características, se pudieran transmitir a más de una generación, como plantea la profesora García da Cruz con las bibliotecas?
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Rodrigo Pousa Dieguez
Comentó el 20/05/2021 a las 12:08:47
Muchas gracias por su interés dra. Guisando. Plantea usted una cuestión muy interesante, pero en el caso gallego, al menos en los ámbitos territoriales conocidos ese tipo de estudio es prácticamente imposible. En este caso por tratarse de un entorno rural, que como en otros, presenta un número demasiado bajo de inventarios, y las bibliotecas y ese tipo de bienes transmisibles en la larga duración son aún más escasos por cuanto se reducen a inventarios de eclesiásticos y poco más (requieren que la justicia esté interesada en hacerlos, que los protocolos se conserven, cosa que del XVIII para atrás es más compleja en Galicia por no existir casas de audiencia u concejiles y haber sido el devenir de la documentación notarial y judicial más aleatorio que en la meseta) eso sumado a que requiere la coincidencia de inventarios de sucesores, que en el caso de eclesiásticos y nobles tienden a la dispersión territorial, lo complica. En casos como las tres villas de mi tesis doctoral donde esto podría haber sido más factible, y en alguna documenté alguna biblioteca considerable, tristemente los inventarios fueron muy escasos, me temo que por los vínculos existentes entre los alcaldes locales responsables y los regidores. No obstante, sí podría hacerse una valoración de la transmisión y perdurabilidad en cuanto libros u otras obras culturales teniendo en cuenta su cronología de origen. Muchas gracias por su pregunta que me ha abierto a otros planteamientos que este entorno no me había suscitado.
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Maria Leonor García Da Cruz
Comentó el 19/05/2021 a las 14:41:53
Prezado Rodrigo
As minhas felicitações sobre a introdução teórico-metodológica e pela descrição de parte dos inventários. Tenho especial interesse no que respeita a inventários de letrados e nobres e de mercadores quanto a espólios de livros. Isto para averiguar quantidade e qualidade de leitura. Obras profanas e/ou religiosas? Memoriais ou opúsculos jurídicos? Literatura estrangeira?
Muito cordialmente
Maria Leonor García da Cruz
Faculdade de Letras da Universidade de Lisboa
ml.garciacruz@gmail.com
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Rodrigo Pousa Dieguez
Comentó el 20/05/2021 a las 12:18:48
Prezada Maria Leonor. Muito obrigado pelo seu interese. Pido desculpas porque vou falar uma mistura de galego e portugués. Como voçe indica un dos principais intereses dos inventarios é a posibilidade, nao ofertada por outras fontes, de conhecer os contidos das librarias dos inventariados. No meu entorno de estudo, que é rural, a maioría corresponden a eclesiásticos, atopamos obras religioso-teologicas, clásicos greoc-romanos, e tambem algumas literarias de época. Estrangeiras maioritariamente religiosas. Esta cuestión require de modificar ou abrir novas formas de divulgaçao, mediante creaçao de bases de datos electrónicas pois é imposible mediante papers ou capítulos de libro acumular un inventario por menorizado das obras de leitura de moitos individuos. E a publicaçao de monográficos con un amplio anexo é a lo menos en espanha pouco atrativa para as editoriais. Moito obrigado.
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