A lo largo de la Historia del Arte nos encontramos con diversos momentos y etapas de ruptura (Hoffman, 1995) en las que los artistas han sufrido una estigmatización artística y social especialmente destacable.
En consecuencia, se asiste a la marginación sistemática de los artistas denominados “visionarios” en los discursos formalistas del arte contemporáneo, simplemente por llevar a cabo otro tipo de obras con características y esencia diferentes a lo establecido, cuestión por la que a menudo sufrieron una gran incomprensión.
Esta investigación parte de la Inglaterra del romanticismo, concretamente de la tendencia que se asentó a principios del XIX, en la que destacaron artistas como Henry Füssli (1741-1825) y William Blake (1757-1827) que influyeron tanto en el arte como en el pensamiento de multitud de artistas posteriores.
En el caso de Füssli, cuya biografía ha sido ampliamente tratada (Knowles, 1831; Powell, 1951; Antal, 1956 y 1989; Tomory, 1972; Schiff, 1973; Pressly, 1979; Hayes, 1992; Ruiza, Fernández y Tamaro, 2004), fue una figura clave que influyó notablemente en el surrealismo, incluso ha sido considerado por diversos especialistas como anticipo del movimiento expresionista.
Por su parte, Blake, al que también se han referido diversos autores (Swinburne, 1868; Bronowsky, 1972; Marshall, 1988; Bindman, 1989; Bentley, 2001; Galdón, 2004; Caracciolo Trejo, 2005; Villaurrutia, 2007; Raine, 2013), mantuvo a lo largo de su vida un pensamiento muy avanzado para su época en cuanto a ciertas libertades y derechos sociales se refiere. Además, su obra fue recuperada por los prerrafaelitas y simbolistas.
Füssli efectuó una serie de obras que sorprenden por su capacidad imaginativa y alejamiento de las técnicas y expresiones clásicas; por citar una de ellas destaca La pesadilla o El íncubo (1781) por la exageración romántica sobre el terror. Blake por ejemplo realizó La rosa de Albión (1794-1796) que se cree conmemora la experiencia del artista en los Disturbios de Gordon de esa misma fecha.
Pero para comprender mejor la obra de estos artistas se torna necesario profundizar en diversos aspectos de sus vidas relacionados con lo misterioso, lo onírico, lo demoníaco, lo místico, es decir, lo irracional frente a un siglo XVIII considerado el de las luces de la razón que, como en estos casos que exponemos, chocaba de pleno con el estilo artístico de estos artistas.
En definitiva, llevaremos a cabo un breve recorrido por su vida y obra porque ambos artistas se tornan imprescindibles para comprender distintos aspectos de la época en la que vivieron así como para establecer conexiones posteriores.
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Julia Ruiz-López
Comentó el 11/05/2021 a las 13:18:40
Estimada Beatriz:
Enhorabuena por su trabajo sobre estos dos artistas que sufrieron la estigmatización artística y social. Su presentación me ha ayudado a comprender cómo en su tiempo sus obras resultaron controvertidas y fueron rechazadas.
Me resulta curioso cómo hacen uso de lo artístico. En el caso de Füssli me interesa como explora el terror de la pesadilla y cómo captura escenas de intensidad emocional para transmitir una experiencia que necesita de recursos alegóricos o simbólicos que permitan expresar aquello que de otra forma no es posible representar, más cerca de la poesía visual.
En el trabajo que presento sobre una obra colaborativa en la que trabajamos de forma colaborativa hombres y mujeres hubo debate en cuanto a como capturar de forma audiovisual escenas de intensidad emocional aunque en este caso apoyándonos en lo sonoro.
Tanto Blake como Füssli me muestran que tienen mucho que contar, tienen voz, esto me interesa pues parece conectar con lo transgresor, creando su propio estilo. Otro aspecto que nos tomamos muy en serio en nuestro trabajo.
En relación con la estigmatización social que vivieron, ¿sería posible encontrar en sus obras de autorepresentación, autoretrato, algún aspecto significativo, leídas en el contexto en el que vivieron?
Me pregunto si esas obras nos cuentan ese «saberse distinto» pues intuyo que pueden ser diferentes a otros autorretratos de la época pues podrían sentir que transgreden de alguna forma las normas de comportamiento social de la época. La ausencia de rostros en nuestra obra conjunta fue un aspecto discutido también.
Por otro lado, en el caso de las mujeres artistas, quizá su expresión artística más identitaria no aparezca en este ámbito, la pintura, sino en otros artes considerados entonces (no sé si se denomina así) menores, me refiero a la ilustración, la caricatura…
Me pregunto si se conoce alguna autora que haya manejado una expresividad similar a la de estos autores pero en un formato menos valorado académicamente ¿es así? En tal caso, ¿el estilo de representación más onírico se puede reconocer como más libre de estigmatización en otros formatos o el formato no tiene peso?
Muchas gracias.
Un saludo.
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Beatriz Garrido-Ramos
Comentó el 11/05/2021 a las 14:54:51
Estimada Julia:
Gracias por su comentario. En relación a su pregunta, en las obras de ambos artistas se pueden encontrar multitud de elementos que reflejan de diversa forma su personalidad y esencia; de ahí que sean tan diferentes y significativas: formas, juegos de colores, etc. En cuanto a su siguiente pregunta, como me he centrado en estos pintores desconozco si en el ámbito femenino existe alguna visionaria de esa época. Probablemente sí, otra cuestión es que sea conocida, o mejor dicho "reconocida". Gracias de nuevo por sus preguntas. Un cordial saludo.
Beatriz Garrido-Ramos
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