CÓD.S07-21 ONLINE

FRANCISCO SUÁREZ Y LOS DERECHOS HUMANOS. DEL IUS GENTIUM A LA MORAL OBJETIVA

Las aportaciones de Francisco Suárez (1548-1617) a disciplinas como la Teología, Filosofía o el Derecho son ampliamente conocidas por la historiografía contemporánea, aunque muy pocos investigadores se han dedicado a analizar las fuentes originales suarecianas. De entre las afirmaciones más difundidas sobre el pensamiento del Doctor Eximio caben destacar las que comparan su ius gentium con los actuales Derechos Humanos, vínculo nada desdeñable, aunque relativamente aceptable si se parte de una lectura fiel de los textos del granadino.

Con nuestra comunicación pretendemos mostrar que la habitual relación establecida entre el ius gentium suareciano y los Derechos Humanos parte de una lectura anacrónica de los textos del Doctor Eximio, a pesar de que pueda hallarse cierta conexión entre ambas partes. En el análisis de la obra de Suárez debemos tener muy en cuenta su contexto intelectual y evitar toda lectura que imprima en nuestro autor determinados presupuestos de los siglos XX y XXI. El relativismo moral presente en la actual filosofía práctica, causante (en parte) de la localización de la raíz de los Derechos Humanos en la dignidad personal, representa el envés de la propuesta suareciana. El filósofo granadino fundó su concepción del respeto a la humanidad en la existencia de la objetividad moral y la guía de la recta razón, siendo estos puntos los que verdaderamente nos permitirían relacionar la filosofía de Francisco Suárez y nuestros Derechos Humanos.

La centralidad del ius gentium en el sistema suareciano hace del filósofo granadino un fiel seguidor de las enseñanzas de la Escuela de Salamanca, pero esto no debe inducirnos a error: es su concepción del Bien, la moralidad y la razón humana lo que nos permite tender un puente entre la actual caracterización de los Derechos Humanos y el pensamiento del Doctor Eximio. Volcarnos en la lectura de las fuentes primarias y repasar los análisis preponderantes es una labor que debemos realizar hoy más que nunca, puesto que supondrá un nuevo acercamiento, más profundo y fiel, al pensamiento de Francisco Suárez.

Palabras clave

Bien derechos Humanos Dignidad Moral Objetiva Recta Razón

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Hay 5 comentarios en esta ponencia

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      Pablo Pérez Espigares

      Comentó el 21/05/2021 a las 07:23:06

      Estimado Carlos,

      Magnífica tu presentación. Muy interesante y muy necesaria la recuperación de la figura de Francisco Suárez, enhorabuena por tu trabajo. Me han resultado muy claras las diferencias que estableces entre el derecho natural y el derecho de gentes en cuanto a su universalidad, y la forma en que sitúas a este último como término medio entre el derecho natural y el derecho civil. En ese sentido, quería preguntarte si ves diferencias o continuidades con la posición mantenida por Francisco de Vitoria. Muchas gracias, un abrazo!

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        José Carlos Sánchez-López

        Comentó el 21/05/2021 a las 20:03:02

        Hola Pablo.
        Muchísimas gracias por la pregunta, que tiene gran pertinencia e interés. Como sabes, Vitoria y Suárez son señalados por la historiografía como los mayores representantes del ius gentium. Sin embargo, debo decir que la concepción de uno y otro son totalmente distintas. Mientras que Vitoria defendería una postura "fuerte", la de Suárez, a mi modo de ver, sería más "débil".
        Sin profundizar demasiado en cada uno, puede decirse lo siguiente: para Vitoria el ius gentium es un derecho absolutamente positivo, no abrogable (salvo en casos excepcionales) y producto del asentimiento explícito o tácito de todas las naciones. Para Suárez, es un "punto medio" entre derecho positivo y natural (lo que le aporta la vinculación con la universalidad que Vitoria sitúa en el asentimiento generalizado), es amitido por gran número de naciones (pero teniendo en cuenta que es imposible sean todas) y puede cambiar a lo largo del tiempo (no tan fácilmente como el derecho positivo, pero sí con el tiempo y la costumbre).
        Sinceramente, creo que Vitoria y Suárez se mueven en dos planos distintos al enfrentarse al ius gentium. Mientras que el primero lo quiere situar en el espacio jurídico-legal y en la contemplación y reflexión humana sobre las costumbres, el segundo pretende acercarlo a principios morales objetivos que le imbuyan de algo más que de "positividad". Para Suárez el verdadero "ius" (derecho/ley) implica, a la vez, derecho moral y derecho legal y eso es lo que quiere mostrar también en esta noción.
        Espero haberte contestado, aunque sea someramente.
        De nuevo, muchísimas gracias por la pregunta.
        Un abrazo.

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      Irene Ballesteros Alcaín

      Comentó el 20/05/2021 a las 23:05:24

      Hola, José Carlos.
      Me ha resultado muy interesante tu ponencia, además de muy clara para quienes no entendemos de estos temas. La relación que haces es muy interesante, pero sobre todo, lo es la reflexión final. Realmente, los Derechos Humanos se refieren a conceptos que se unen con la tradición cristiana Europea, Norteamericana y Sudamericana, (occidente, para ser más breves). Precisamente por eso, se pueden entender como una imposición occidental sobre otras culturas. Mi pregunta es, ¿son irreconciliables los Derechos Humanos en aquellos países donde su cultura establece unos códigos morales distintos, en parte debido a la religión? ¿O podemos pensar que la secularización que ha ocurrido en países occidentales, en el caso de que se diese en esos otros países y culturas, se podrían implantar medidas para propiciar los Derechos Humanos en esos países?
      Muchas gracias y enhorabuena por la presentación.
      Un saludo.

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        José Carlos Sánchez-López

        Comentó el 21/05/2021 a las 19:34:03

        Hola Irene.
        Muchísimas gracias por la pregunta, que es muy interesante y rica para la reflexión.
        Desde mi punto de vista, la fundamentación de los DD.HH es un problema cuya resolución debe apelar de una forma u otra a la metafísica, puesto que los intentos que se han llevado a cabo hasta el día de hoy han caído por su propio peso. La utilizción de los mandamientos o preceptos morales de la religión (cualquiera que sea ésta) implican una preponderancia de unas creencias frente a otras, sin tener más argumento que la mayor fuerza de quien impone. El ejemplo más evidente serían las colonizaciones.
        Por otro lado, aunque la secularización parece que nos lleva a un punto donde prima la razón y el diálogo es más fructífero, verdaderamente no hace sino sustituir los ídolos de la religión por otros (como fueron la "Razón", la "interpretación", los "medios de producción" o lo "voluble"/"relativo"). Realmente creo que la secularización ha llevado a la misma paradoja que denuncia, acaeciendo algo que ya mostraron Adorno y Horkheimer en su Dialéctica de la Ilustración: quitamos la religión del "centro" porque queríamos ser libres y la sustituímos por otra cosa que igualmente nos tiraniza.
        Como bien has señalado, la cuestión de la fundamentación de los DD.HH es muy compleja y debe llevar a un diálogo total que produzcan que representen a todos los seres humanos (lo cual es su verdadero objetivo) y no a una parte de ellos.
        Espero que mi respuesta te haya ayudado en algo y, de nuevo, muchísimas gracias por la pregunta.
        Un saludo.

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          Irene Ballesteros Alcaín

          Comentó el 22/05/2021 a las 00:25:45

          Hola, José Carlos.
          Muchas gracias por tu respuesta. Realmente, coincido con lo que dices: a fin de cuentas, la secularización lo único que ha conseguido es crear una sumisión hacia unos conceptos abstractos y normalmente mal definidos que provocan la mismas obsesiones y neurosis. A fin de cuentas, parte de la unión colectiva proviene de la necesidad de encontrar algo a lo que adorar. Precisamente por eso planteaba la pregunta, ya que en una época donde teorías como la Critical Race theory están cada vez más en boga, resulta curioso que no se replanteen estos DD.HH.
          Muchas gracias por tu respuesta y enhorabuena por tu ponencia, una vez más. Es una labor investigadora muy interesante y que, a mi parecer, tiene un recorrido que dará buenos frutos.
          Un saludo.

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