Identidad y violencia de género en parejas de jóvenes universitarios del norte de México

La violencia de género tiene su origen en la construcción de las identidades de hombres y mujeres a partir de referentes culturales diferenciados basados en la desigualdad de un sistema patriarcal. Estos mecanismos de poder están presentes como generadores de violencia en ocasiones de forma clara y visible y, en otras de manera sutil. Los objetivos de esta investigación fueron: 1) Analizar la relación de las identidades de género, con el ejercicio de la violencia en relaciones de pareja de jóvenes universitarios; 2) Relacionar la influencia de la violencia vivida en las familias de origen, en la conformación de estas identidades en los jóvenes.  El estudio fue transversal, no experimental y se utilizó la técnica de encuesta. Se conformó una muestra intencional de 982 estudiantes de 7 universidades, de cuatro regiones de Sonora, México. Se aplicó una escala de masculinidad-feminidad que evaluó sus atributos negativos, por medio de rasgos de machismo y sumisión. Se presentaron rasgos de machismo en mujeres y de sumisión en varones, sin embargo, los varones presentaron en mayor proporción atributos de machismo y ejercieron más violencia.

La dinámica de la violencia en las parejas jóvenes, tanto emocional como física, no es necesariamente unilateral, se caracteriza por ser un fenómeno de violencia bidireccional e interactiva. Los varones en mayor medida la ejercen, mostrando indiferencia, desvalorización, bromas o comentarios descalificadores, sobre las opiniones o el aspecto de las mujeres. Como prácticas comunes y normalizadas aparecen los celos y la revisión de redes sociales, sin consentimiento del otro, medios que funcionan para la vigilancia y control de la pareja. La violencia física se reportó en menores proporciones, y con eventos de violencia física “menor”, a través de empujones, bofetadas, jalones de cabello y amenazas de golpes. Se contrastaron las medias (promedios) obtenidas en la escala de machismo y sumisión, entre los participantes que expresaron ejercer violencia y los que no, para cada indicador.

Quienes ejercen violencia obtienen puntajes con valores de media, más altos en perfil de machismo, independientemente del sexo. La presencia del perfil de sumisión se relacionó con indicadores como la demostración de celos y cambios en la forma de ser o hacer cosas por complacer a la pareja, perfil caracterizado por sentimientos típicos de inseguridad, dependencia y miedo al abandono en la relación.

Los episodios de violencia vividos en la familia durante la infancia, como testigo o como víctima, se manifestaron como factores de riesgo en la conformación de perfiles de machismo. En el caso del perfil de sumisión, esta relación solo se evidenció como factor de riesgo cuando la violencia fue dirigida hacia la víctima. En la violencia en parejas jóvenes, pueden estar presentes algunos factores precursores de la violencia durante la vida marital. Las identidades de género han sido poco flexibles, cambiando de manera lenta y conservando atributos centrales. Es necesario deconstruir las asimetrías que separan lo femenino y lo masculino, con acciones afirmativas que permitan el desarrollo de la persona, en función de sus capacidades.

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