CÓD.S07-13 ONLINE

La construcción del concepto filosófico de identidad y su problemática actual en las sociedades democráticas liberales.

Pensar la identidad constituye todo un desafío para nuestro mundo actual. Sin embargo, hay que buscar la génesis de este concepto en los orígenes de la metafísica occidental. Parménides fue quien introdujo por primera vez la concepción fundamental de que el pensamiento y el ser son lo mismo. En esta indisoluble unidad se encontraría uno de los rasgos absolutamente esenciales para poder comprender esta noción. El hecho de que el pensamiento quedase ligado a la cuestión de la identidad, permitió que se pudiera abordar sin contradicción alguna el principio básico de A=A. La construcción de la identidad quedaría fundada, según este axioma lógico, en la pura mismidad, en donde A no sólo sería A, sino que además sería lo mismo consigo mismo. En la mismidad, según esto, residiría la propia noción de identidad, es decir, en la igualdad de un A con su propio A.

De modo que desde los orígenes de la tradición metafísica occidental el relato de lo idéntico quedaría pues vinculado a pensar el ser de lo mismo. Por eso en la idea de crear una sociedad igualitaria que surge en los albores de la modernidad, subyace una metafísica basada en este principio lógico. La pretensión de establecer lo mismo para nuestras sociedades garantizaría la disolución de lo diferente en tanto que problemático y peligroso. La alteridad, en este sentido, sería lo que no podría ser pensado porque no puede ser lógico, según los parámetros metafísicos planteados, ya que su realidad se encontraría fuera de los márgenes de la mismidad. Examinar la dificultad que supone admitir la diferencia constituiría el tema central de nuestra investigación. La problemática actual consiste pues en esclarecer el modo en cómo lo igualitario supone la construcción totalitaria de lo mismo en las sociedades modernas. Pero también en qué medida el otro A, que no es A, sino B, permite que pueda ser precisamente conocido como A.

Las sociedades liberales se repliegan sobre el individuo porque entienden que es el mejor modelo de convivencia y de universalidad. Por eso la supervivencia en ellas de los grupos o comunidades identitarias ha constituido siempre un obstáculo para el progreso de este modelo social. Pero la conclusión que mostraremos es que en la igualdad de lo mismo estas sociedades quedan condenadas al aislamiento de lo egológico. La homogeneización de la mismidad impediría el reconocimiento de lo otro, de ahí que sea necesario ofrecer una alternativa, una nueva metafísica basada en la posibilidad de afirmar las diferencias como fundamento de nuestra propia identidad. Para ello examinaremos en primer lugar cuáles fueron los acontecimientos metafísicos que marcaron el desarrollo de esta construcción. Y, en segundo lugar, mostraremos las dificultades que han contribuido a esta problemática actual.

Pedro José Grande Sánchez

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Metafísica Metapolítica Ontología

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Hay 6 comentarios en esta ponencia

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      José María Carabante

      Comentó el 19/05/2021 a las 11:36:06

      Querido Pedro JOsé,
      Me ha interesado mucho tu ponencia y creo que tiene bastante que ver con la mía. Creo que la diferencia en la conformación de la identidad es clave para el surgimiento del liberalismo. Ahora bien, de cara a la tensión posmoderna, ¿no consideras que en realidad no se produce ninguna fractura con el pensar moderno, pese a la importancia de la diferencia, sino que en realidad estamos ante una exacerbación del proyecto moderno? Por otro lado, te felicito por aportar esa visión profunda sobre la cuestión de identidad. UN saludo muy cordial

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        Pedro José Grande Sánchez

        Comentó el 20/05/2021 a las 18:55:56

        Muchas gracias, José María. Totalmente de acuerdo contigo. Como dices también en tu ponencia nos encontramos ante una diferencia de grado, pero en verdad es el mismo proyecto. Se trataría de su consecuencia lógica o como bien dices de su total exacerbación. Gracias de nuevo y estoy convencido que volveremos de nuevo a coincidir en otros congresos. Un saludo muy cordial.

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      Antonio Gómez Villar

      Comentó el 17/05/2021 a las 16:57:15

      Gracias, Pedro, por la interesante ponencia. Me gustaría comportante una breve reflexión a modo de interpelación: sostienes que el el liberalismo concibe el individuo como identidad. Pero, ¿el concepto de individuo del liberalsimo no es una concepción abstraida, carente de identidad? En vez de ser el enclaustramiento de lo mismo, ¿no es propuesto el individualismo metodológico como posibilidad de lo abierto? Gracias!

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        Pedro José Grande Sánchez

        Comentó el 17/05/2021 a las 20:01:43

        Muchas gracias Antonio por tu reflexión. Ensayamos el modo de repensar el liberalismo, pero, en efecto, metodológicamente encierra un principio (teórico) que lo contradice con su propuesta política (práctica). Apuntar la posibilidad de que pueda abrirse sería “el fin del liberalismo” conocido tal y como has señalado en tu ponencia donde abordas críticamente el trabajo de Mark Lilla. Un saludo.

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      Juan Antonio Fernández Manzano

      Comentó el 16/05/2021 a las 21:27:31

      Estimado Pedro José,
      Gracias por tu presentación. Quería preguntarte algo que creo que no he entendido correctamente con respecto a la traducción política de tu presentación. Al margen de las inconsistencias que acertadamente muestras en el concepto de tolerancia lockeana con los ateos (y también con los católicos), el pensamiento liberal ha defendido, y el propio Locke así lo hizo, la necesidad de permitir amplias diferencias ideológicas en el seno de la sociedad y ha combatido ilegitimidad de que el poder político tratara de uniformizar doctrinalmente a los ciudadanos. De ahí su defensa de la libertad de pensamiento y de conciencia que arranca en Locke, continúa ampliada en Kant y Mill y se intensifica en Rawls.
      ¿Puede entenderse tu ponencia como una crítica al marco liberal, por considerarlo un modelo tendente a la homogeneización social?
      Gracias de nuevo y un cordial saludo

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        Pedro José Grande Sánchez

        Comentó el 17/05/2021 a las 20:00:59

        Muchas gracias Juan Antonio por tu pregunta. La cuestión es muy compleja porque como bien señalas no hay un único filósofo para comprender en sí el liberalismo. Sin embargo, sí que se puede presentar esta doctrina como un programa que se centra en el individuo. Partiendo del hecho de que ya existen contradicciones como las que hemos apuntado en Locke -a pesar de la libertad de conciencia-, creo que la dimensión comunitaria rompe el esquema liberal. Liberar al individuo, y más aún, en los términos de “Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même”, no significa que seamos más libres, porque en realidad el progreso del liberalismo se funda en la despersonalización de los individuos para disolver las comunidades identitarias. El mundo no va solo. Gracias de nuevo.

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