Resumen
La presente comunicación analiza, en forma de reflexión teórica, analizar la construcción eurocentrada del pensamiento científico y social. Partimos de una idea hegemónica y del imaginario de lo que ha constituido la modernidad europea, erigiéndose a sí misma como centro único de pensamiento, desarrollo económico y progreso, con las consecuencias para el siglo XXI, en forma de colonialidad. Asimismo, expondremos las principales líneas contrahegemónicas venidas desde las epistemologías del sur, tales como el pensamiento posabismal y la ecología de saberes.
Introducción
Este trabajo pone en diálogo los diferentes elementos que han articulado el discurso científico mayoritario proponiendo, a partir de la literatura académica crítica y decolonial, una contrahegemonía -en términos gramscianos- que permita nuevas formas de aproximación a los modelos de producción de conocimiento.
De la presencia de un conocimiento hegemónico derivado de lógicas coloniales y productivistas, surge la necesidad de (re)pensar el continente europeo (o, como veremos, las múltiples Europas), alejada del continuismo propio de la colonialidad (Quijano, 2000) que, a diferencia del colonialismo, no desaparece con el proceso de descolonización durante el pasado siglo.
Estructuramos la presente ponencia a partir de la idea de «Modernidad» como epicentro del desarrollo colonial/imperial que confirmaría las nuevas formas de trabajo, racionalización y apropiación capitalistas. Su carácter hegemónico marcará el porvenir no solo de la economía global, sino de sus sociedades, culturas y epistemes.
Discusión
Se considera que de estas lógicas, que tienen su principal exponente en una visión historiográfica unilineal, surgen formas ideologizadas de ciencia y conocimiento, eurocentradas, reduccionistas y, sobre todo, imperiales.
Debe ser cuestionado, por una parte, lo ocurrido en el continente europeo, la visión teleológica exacerbada que se impone en la «Modernidad» y el provincialismo europeo y reflexionar acerca de cómo ello ha influido en la producción del conocimiento y el desarrollo científico.
De esta forma, partimos de la creencia de una imperante necesidad de democratización del conocimiento, por lo que esta comunicación apuesta por ello, desde las creencias, tradiciones y costumbres culturales estereotipadas y desprestigiadas, al conocimiento producido en institutos de investigación, grupos de trabajo y universidades.
Conclusiones
Tras el recorrido efectuado, podemos sintetizar diversos elementos de interés que, frente a la racionalidad eurocéntrica que ha dominado en el análisis onto-epistemológico, en los últimos tiempos la literatura científica de carácter crítico ha planteado desde distintos ámbitos la necesidad de articular una nueva episteme.
La construcción eurocéntrica de la subjetividad de aquellos, en términos de Santos (2010), “al otro lado de la línea” requiere de una reestructuración ontológica, geopolítica, y epistemológica en forma de teoría social contrahegemónica, así como una relectura y reestructuración de la idea de dependencia/interdependencia en el sistema-mundo capitalista.
A partir de lo expuesto, reivindicamos una imperante necesidad de interdisciplinariedad en la investigación y las diferentes formas de concebir el mundo. Ello no implica renegar de la totalidad de aportaciones de los paradigmas, positivista, construccionista o interpretativo, al contrario, sino que supongan completarse de forma mutua.
La etnografía y en general el trabajo de campo, cobran un carácter esencial, imprescindible para acercarnos a las diferentes realidades. Particularmente, la investigación participativa, puesto que las ciencias sociales no pueden concebirse únicamente en sus formas empírica e interpretativa. Debe conformar pues, una activación de procesos.
Palabras clave
Ponencia Online
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Pablo Pérez Espigares
Comentó el 21/05/2021 a las 21:52:03
Muchas gracias a los ponentes por la contribución. En "Hay que defender la sociedad", Foucault además de trazar una genealogía del racismo como destrucción o exclusión violenta del débil y que tendría su correlato en la guerra de naciones y en la lucha de clases, apela -y esto es lo que me ha hecho conectarlo que vuestro análisis- a la “insurrección de los saberes” como alternativa y cuestionamiento de las relaciones de dominación. Ahí plantea su trabajo como un intento arqueológico y genealógico de recuperación y liberación de esos otros saberes locales y fragmentarios que han sido sometidos o marginados por la autoridad de la ciencia y desde la imposición de un cierto relato histórico. ¿Tiene cabida la propuesta de Foucault en vuestro análisis? Gracias de nuevo
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Enrique Fernández Vilas
Comentó el 21/05/2021 a las 22:17:14
Buenas noches Pablo,
Poe supuesto, desde el momento que dices "liberación de saberes fragmentarios" partes de la base de nuestro objetivo con este trabajo. Foucault, pese a las diferencias que podamos tener con él en ciertos aspectos, sostiene una idea de discurso de la cual, indirectamente, también se hacen eco autores como Josep Fontana, para entender que el conocimiento de ha sostenido en un relato, una mitología narrativa de la Europa contemporánea. Creo que es muy acertada tanto tu reflexión xomo tu inquietud al respecto. En este sentido, esperamos haberte contestado.
Un saludo y muchas gracias
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Isabel Barreto Messano
Comentó el 19/05/2021 a las 21:39:52
En la construcción del conocimiento europeo se dieron tres rupturas importantes: siglo XVI con la teoría helicéntrica de Copérnico (La Tierra deja de ser el centro del Universo), siglo XIX con la teoría de la evolución de Darwin (el hombre entendido como especie animal más, pierde su origen divino), siglo XX donde la teoría del psicoanálisis de Freud vuelve permeable nuestro yo interior y nuestros pensamientos. Cada ruptura dio lugar a ajustes, corrientes teóricas, contracorrientes, discusiones teológicas y filosóficas, que obligaron a posicionamientos nuevos y controvertidos. Fueron en sí, grandes "sacudidas" al state quo.
Podemos pensar que en el mundo globalizado e intercomunicado que vivimos, situaciones nuevas (como lo es la pandemia de Covid19), interpelan las bases de nuestro conocimiento? De qué modo?
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Juan José Labora González
Comentó el 21/05/2021 a las 11:19:23
Hola Isabel, en primer lugar gracias por tu pregunta.
En relación a lo que nos planteas te propongo las reflexiones que me ha despertado la cuestión. En primer lugar, creo que posiblemente se incorpore al imaginario la vulnerabilidad del ser humano, que aunque es algo que está en las aportaciones hechas desde la filosofía, y otras disciplinas, estaba oculta por una supuesta omnipotencia de la ciencia. Se empezaban a oír cosas como "el ser humano será inmortal en breve".
Por otro lado, la digitalización que es algo que está aquí para quedarse, va a suponer una modificación de las relaciones que se establecen entre las personas. Y aunque no se sabe todavía cómo influye la intermediación tecnológica, las investigaciones apuntan a que las relaciones humanas se harán más superficiales y menos profundas.
Además, en relación a lo teológico. A lo largo de la historia ya hubo algún momento de crisis parecidas. Después del terremoto de Lisboa se generó un "terremoto" intelectual sobre cómo un dios bondadoso, justo y omnipotente podía permitir semejante número de víctimas como las que provocó ese fenómeno natural. En concreto, por ejemplo, es famoso el opúsculo que escribió Voltaire sobre esta cuestión. Más tarde, el holocausto fue tematizado por los autores de la Escuela de Francfort, ¿Cómo un dios justo, bueno y omnipotente podía haber permitido eso?¡nos tenemos que replantear qué es el ser humano, que puede llegar a realizar acciones tan brutales y tremendas? Estas situaciones provocan crisis de fe en algunas personas.
El hecho más importante creo que es la consideración de la vulnerabilidad humana. El hecho de ser conscientes de estar expuestos a un daño y que no tengo control sobre este hacía mucho tiempo que no estaba sobre el tapete, al menos en occidente en amplias capas de la población (a no ser en situaciones de graves fenómenos naturales: terremotos, tsunamis, etc. o por determinados ataques terroristas). Si a las sociedades contemporáneas ya se las llamaba las sociedades del riesgo, y esta categoría ya se estudiaba desde la tematización de Mary Douglas, Niklas Luhmann o Ulrich Beck. Esto puede suponer un cambio de paradigma en el que, por ejemplo, algunas personas estén más dispuestas a ceder sus derechos y que se imponga el llamado paradigma de la flexiseguridad.
No sé si he podido responder a tu pregunta, pero estas son las reflexiones que me suscita, evidentemente, más allá de las conclusiones de nuestro trabajo. Muchas gracias.
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