La deconstrucción de identidades coercitivas mediante la reescritura de arquetipos en Nimona, de Noelle Stevenson

Los arquetipos son utilizados por la crítica literaria para identificar las imágenes y personajes recurrentes en diversas manifestaciones artísticas, como la literatura; es decir, tipos genéricos con independencia semántica parcial respecto de los textos concretos donde aparecen. En el caso de los cuentos maravillosos, encontramos diversos tipos de personaje adscritos a diferentes funciones actanciales o esferas de acción que pueden actuar como héroes, donantes, auxiliares, agresores o víctimas. En la reescritura contemporánea de materiales de la tradición oral es recurrente la deconstrucción de estos arquetipos interpretados como identidades segregadoras, las cuales pueden responder a una intencionalidad paródica, humanizadora o ideológica. El objetivo de este artículo es analizar la manera en la que se deconstruyen los arquetipos en la novela gráfica Nimona, de Noelle Stevenson. La historia está protagonizada por una joven cambiaformas de nombre Nimona que decide convertirse en la secuaz del caballero villano sir Trabuco Negroni en su hazaña por vencer a su archienemigo, el caballero sir Ambrosio Pieldorada, en una ambientación pseudomedieval propia de las altas fantasías. Se partirá de un desarrollo metodológico basado en el análisis de contenido y dividido en dos fases: en primer lugar, se fragmentará la estructura narrativa en secuencias con títulos o palabras-cobertura que engloban el asunto de cada una de ellas, con el objetivo de recrear por escrito la información icónico-verbal; en segundo lugar, se analizará el personaje protagonista a partir de un enfoque fenomenológico que permita el estudio de elementos clave del personaje para la trama como la historia personal, el conflicto interior, sus motivaciones, el carácter, el comportamiento, la personalidad o el arco de transformación. Los resultados y conclusiones inciden en la influencia de las expectativas, fundamentadas en la prevalencia de identidades coercitivas, en el devenir de los personajes y las posibilidades de inclusión en la sociedad que les corresponde. En efecto, la valoración estética del monstruo que realizan distintos personajes hacia Nimona catalogándola como un ser repudiable llevan al límite los actos del personaje provocados por el miedo al rechazo. Además, se destaca que el poder socializador de la obra se refuerza mediante la representación de la realidad a través del espejo deformante de la fantasía, que impone un cierto distanciamiento con la realidad vivencial del lector y facilita el tratamiento del trauma con jóvenes lectores.

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