En Dialektik der Aufklärung (1947) Adorno y Horkheimer, cuyo pensamiento se inscribe en la Teoría Crítica –como distinción epistemológica sobre la teoría tradicional, donde se constituyen los «conceptos universales bajo los cuales deben ser comprendidos todos los hechos de un campo determinado» (Horkheimer)–, ambos extraen de la concepción de la memoria benjaminiana (Eingedenken) una idea de recuerdo que, más que atender a la propia articulación del concepto y a su revalorización cognoscitiva para la filosofía, supone una forma pensamiento crítico específica en un momento de quiebra de la razón histórica. Así, si la memoria de Benjamin contenía ya –en contraste con una fenomenología de la Erinnerung y en convergencia con cierto pensamiento teológico judío– una lectura mesiánica sobre la historia en tanto que progreso, la reformulación de Adorno y Horkheimer se asume como salvación de la propia razón y, en sus pretensiones holísticas, como reflexión acerca de la humanidad. Por eso mismo, a través de esta concepción crítica de la memoria, los teóricos de la Escuela de Frankfurt aspiran a una razón práctica (moral) capaz de contemplar el sufrimiento de la humanidad y las injusticias que nacen a partir del recuerdo de Auschwitz. En este sentido la comunicación trata de abordar la elaboración de la Eingedenken realizada en Dialektik der Aufklärung y cómo, a partir de ella, la Teoría Crítica trata de aprovechar su potencialidad crítica para reflexionar acerca de los temas que la legitimaron como discurso crítico de la modernidad (herida): la exclusión derivada del antisemitismo, el carácter autoritario como forma –biopolítica– de dominación o la atención al sufrimiento como experiencia última –y fundamental– para poder seguir pensando sobre la historia.
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Antonio Alías
Comentó el 19/05/2021 a las 21:06:45
Muchas gracias por el interés y tu lectura, José María. Esta concepción se mantuvo -en cierta manera- en las disquisiciones teórico sociales de Marcuse y, como bien dices, apenas en Habermas. Además, Habermas enjuicia la negatividad del pensamiento dialéctico al que apuntaban los primeros frankfurtianos al considerarla una deriva irracionalista ("los pensadores oscuros", decía de ellos). Los planteamientos de la acción comunicativa con la que Habermas establecía su Teoría crítica de la modernidad divergen, precisamente, en su rechazo de cualquier crítica negativa (Adorno), a pesar de compartir con ellos la preocupación por la instrumentalización del lenguaje, entre otras cosas. Lo digo porque, precisamente, algunos de los supuestos -pretendidamente universales- con los que pensó el acto comunicativo (verdad, rectitud y veracidad) entran de lleno en conflicto con los conceptos que aquellos entendieron la crisis de la ilustración: cosificación, recuerdo (reprimido) y sufrimiento. Algo que, como puedes sospechar, se aleja de la herencia Benjamin.
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José María Carabante
Comentó el 19/05/2021 a las 11:32:16
Antonio
Felicidades por tu ponencia. Me gustaría saber si esa concepción que explicas se mantienen en los herederos del discurso crítico. Aunque está presente en la primera parte de la producción de la TC veo que va perdiendo poco a poco importancia, especialmente en los trabajos de Habermas. ¿Cómo crees que afecta el cambio metodológico de este último a la tradición frankfurtiana? ¿Consideras a Benjamin en esa tradición? Muchas gracias y enhorabuena.
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