Pandemia y los Cuidados ¿dónde están los papás?

Diferentes estudios indican que los hombres están cada vez más interesados en involucrarse en los cuidados de los niños cuando transitan a la paternidad, aunque que vean su participación en juegos, paseos y apoyo a tareas escolares, o sea, no como cuidador principal. Hay una rigidez en la división sexual del trabajo que no acompaña la entrada de la mujer en el mercado laboral remunerado, que compromete negativamente la desigualdad de género y evidencia la desigual división de responsabilidades entre hombres y mujeres dentro de los hogares.

El cuidado, mismo entendido como una potencialidad de la vida humana, precisa de condiciones para manifestarse y desenvolverse. A los hombres, en especial aquellos que viven en territorios urbanos, no se les dan espacios de prácticas de cuidados de niños, niñas, adultos mayores o personas con discapacidad, desde muy pequeños el repertorio de cuidados son escasos en sus vidas, la mayoría no se responsabiliza por tareas domésticas, no son obligados a educar y cuidar de hermanas o hermanos menores, no arreglan o limpian sus ropas o hacen la comida.

La vivencia de la cuarentena, medida sanitaria de prevención frente al contagio del COVID-19, que tomaron varios gobiernos, visibilizó la importancia de los cuidados globalmente. En Chile, desde marzo de 2020, las restricciones de desplazamiento y las medidas de aislamiento social dejaran a las personas confinadas en casas y las familias con niñas o niños pequeños se quedarán sin red de apoyo, o sea, sin cuidadoras, guarderías o salas cunas, obligando padres y madres a hacerse cargo de los cuidados en tiempo integral. Quedarse en casa durante la crisis socio sanitaria en territorio chileno podría impulsar a los hombres a involucrarse en la educación de sus hijos e hijas y en las tareas de cuidados.

Objetivos:

El siguiente estudio buscó identificar el impacto de la crisis producida por el estallido social en Chile y la pandemia del COVID-19, en la vivencia de paternidad de padres primerizos, específicamente en relación a los cuidados de su bebé y su involucramiento en lo doméstico, desde la perspectiva de la pareja.

Metodología;

Se trabajó desde un abordaje exploratorio, transversal y cualitativo, realizándose entrevistas en profundidad a parejas heterosexuales de nivel socioeconómico medio alto que residían junto a su bebé de pocos meses en la ciudad de Santiago de Chile, durante el primero semestre de la pandemia por Covid-19.t

Conclusión:

Los resultados evidencian que, si bien las parejas siguen visualizando a la mujer como la cuidadora principal, la cuarentena permitió que los hombres se involucraran más activamente en el cuidado de sus hijos/as, lo que fue valorado de manera positiva por ambos miembros de la pareja. Por otro lado, encontramos que la distribución de los cuidados en la pareja está lejos de ser equitativa, se nota que el trabajo remunerado de los hombres está por arriba de los cuidados en la crianza y es percibido como superior al de las mujeres, lo que sostiene la asimetría del poder a respecto a lo masculino y la monetización del trabajo, solidificada por la construcción del mundo capitalista heteropatriarcal.

El teletrabajo aunque emerge como una posibilidad de trabajo en estado de pandemia como un privilegio, no deja de mostrarnos las desigualdades de género y deja las venas expuestas de la división sexual del trabajo. Mientras los hombres relatan que o teletrabajo es una oportunidad de acercase a sus bebés e involucrarse en la crianza, las mujeres enfatizan el agotamiento de unir teletrabajo, casa y bebés.

La consecuencia de la asignación de roles de género: hombre/público y mujer/privado-doméstico, también codificados adentro de una cultura heteropatriarcal, son un reparto desigual del trabajo remunerado y no remunerado entre hombres y mujeres, sumado a otras categorías como género, raza, etnia y clase social.

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