Las reformas introducidas por la nueva dinastía borbónica en los territorios americanos desde comienzos del siglo XVIII se orientaron, entre otros, a mejorar los sistemas defensivos, reducir el contrabando, impulsar los distintos sectores económicos e incrementar los ingresos de la Real Hacienda. No puede extrañar, pues, que en un área que se consideraba poco poblada y en la que, además, las familias de origen europeo, así como amplios sectores de las comunidades indígenas, rechazaba participar directamente en las tareas de labranza, el tráfico de cautivos africanos se reiniciara a gran escala valiéndose de licencias individuales, asientos e incluso de entradas ilícitas. Además, el temor a que otras potencias internacionales se hicieran con el control de puntos de vital importancia por su situación geográfica y carácter estratégico para los intereses de la monarquía española también facilitó que en este Siglo de las Luces los grupos dirigentes y los intelectuales continuaran asumiendo la institución de la esclavitud con total normalidad. Es por ello por lo que nuestro país no suma voces significativas al movimiento abolicionista hasta comienzos del siglo XIX, cuando entran en escena individuos de la relevancia de Isidoro de Antillón.
Los principales representantes de la corriente ilustrada en España, con su silencio, demuestran que no se oponían a esta práctica, pero tampoco la defendían abiertamente; algo que no impide que contemos con algunos casos concretos que tímida o abiertamente se pronunciaron a favor de ella. A diferencia de los círculos intelectuales franceses e ingleses, que apoyaron sus argumentos en contra de la esclavitud en cuestiones tales como la supuesta menor rentabilidad de una actividad económica apoyada en ella frente a la desarrollada por individuos libres o en los perjuicios derivados de que su vigencia desincentivara las innovaciones tecnológicas, los españoles se mostraron convencidos de los trabajadores negros constituían el pilar fundamental para incrementar la riqueza de la monarquía en América. En este sentido, nuestro objetivo aquí será el de analizar la visión que el célebre criollo limeño Pablo de Olavide y Jáuregui (1725-1803) tuvo del papel de la esclavitud en la América española, así como la propuesta que elevó al Consejo de Castilla en 1766 recomendando algunas reformas legislativas conducentes, según sus propias palabras, a “abrir la mano a la introducción de los negros”. Unos planteamientos que se situaban claramente en la línea de los defendidos por otros destacados personajes con los que mantuvo significativa proximidad, caso, por ejemplo, de Pedro Rodríguez de Campomanes, fiscal y más tarde presidente del referido Consejo de Castilla. Olavide no era desconocedor de las injusticias y malos tratos que sufrían muchos de estos esclavos, e incluso del efecto social pernicioso que su empleo en la agricultura generaba al no querer ni blancos ni indígenas ocuparse en tareas propias de negros, pero, a la vez, estaba firmemente convencido de estos constituían una población útil imprescindible para garantizar el crecimiento y progreso de los territorios españoles al otro lado del Atlántico. El abolicionismo no podía tener cabida en un orden socioeconómico que, para mantenerse e incluso progresar, necesitaba incrementar la adquisición de esclavos negros procedentes de África.
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Alfredo José Martínez González
Comentó el 21/05/2021 a las 11:30:22
Estimado Adolfo, interesantísima aportación. Enhorabuena. Siempre suele pensarse en la figura de Olavide como un ilustrado cuyo pensamiento estuvo principalmente relacionado con la reforma agraria de Andalucía y la repoblación de Sierra Morena, por lo que el hallazgo de esta documentación inédita aporta una nueva perspectiva para continuar analizando al personaje. Mi pregunta, como historiador del Derecho interesado en estos asuntos, versa acerca de una de las medidas concretas propuestas por Olavide:
¿Junto con ese informe que aportó a la Secretaría de Estado y del Despacho de Hacienda, has podido comprobar si existen en los legajos consultados más propuestas sobre cómo llevar a cabo la modificación/abolición de las Leyes de Indias que restringían la entrada de extranjeros? Al fin y al cabo, tocar esas leyes no era una cuestión menor.
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Adolfo Hamer Flores
Comentó el 21/05/2021 a las 16:06:12
Buenas, muchas gracias por su comentario. Lamentablemente no. El propio hecho de que en el informe original Pablo de Olavide se permita el lujo de "salirse" del tema sobre el que le consultaban y ofrecer su punto de vista sobre cómo incrementar la riqueza y felicidad en la América española es una circunstancia excepcional. Él mismo confiesa que es un tema más para discutirlo oralmente que para plantearlo por escrito. En cualquier caso, al hacer uso en la secretaría de este informe no prestaron atención a la propuesta de Olavide, se limitaron a resumirla al máximo en la consulta que se elevó al rey. Dado que no se tuvo en cuenta, en ningún momento se le pidió a Olavide que detallara cómo se plasmaría en la práctica esas modificaciones genéricas que él proponía en las Leyes de Indias; lamentablemente tampoco él escribió sobre este asunto en el resto de sus escritos conservados. He haber podido tenerlas, sin duda, habrían sido de bastante interés ya que como doctor en Derecho Civil y Canónico no habrían sido simples opiniones. Un saludo
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Karen Giovanna Añaños Bedriñana
Comentó el 20/05/2021 a las 12:56:10
Buenos días Adolfo, gracias por tu ponencia, sumamente interesante más aún el abordar una problemática que afecta de una u otra forma en todo el mundo. De esta manera, te pregunto, ¿Cómo se podría mejorar la situación de la población afrodescendiente desde la sociedad donde la discriminación por el color de la piel aún constituye una tarea pendiente? gracias.
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Adolfo Hamer Flores
Comentó el 20/05/2021 a las 15:56:10
Buenas tardes. Gracias por su comentario. Considero que, junto a una legislación que luche contra las prácticas discriminatorias, es fundamental que en todas las etapas del sistema educativo (fundamentalmente en los primeros niveles y sin distinción entre la naturaleza pública o privada de los centros) existan contenidos que permitan luchar contra estas prácticas discriminatorias. Un saludo
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