El análisis de las desigualdades en la población y entre determinados sectores como minorías étnicas, religiosas, ancianidad, niñez, mujeres, discapacitados, migrantes, etc. permitirá evaluar estadísticamente la fragmentación y segregación no sólo en términos demográficos sino también en términos socio-económicos. Se trata de humanizar las cifras, interpretar e interpelar los datos, buscar respuestas a determinados comportamientos colectivos tendientes a la discriminación, xenofobia y exclusión. El estudio de áreas en concreto posibilita establecer constantes de continuidad o ruptura en ámbitos más globales o de mayor conectividad. De este modo la demografía, no únicamente como método, sino también como ciencia, ofrece resultados y caminos para deconstruir las desigualdades y resignificar la integración.