En esta ponencia trataré de esbozar algunas de las conexiones que he encontrado entre la identidad y las emociones en nuestra época. Empezaré esbozando una situación sobre el estado de la identidad, haré lo propio con las emociones. Terminaré señalando las posibles conexiones que he encontrado en el estudio teórico político contemporáneo.
En mi tesis estoy tratando de desentrañar la identificación de los sujetos con los grupos, especialmente los políticos. Durante este trayecto tuve que bucear entre los diferentes abordajes que existían ya en la literatura. Una de las fuentes comunes que me encontré en dicha búsqueda fue un abandono en nuestra época de una idea de identidad fuerte, en la modernidad líquida, la posmodernidad, la sociedad postemocional o cualquiera de los diferentes nombres con los que se ha conocido al estado actual de nuestra sociedad global coinciden en señalar la fluidez social. Este aspecto afecta por supuesto a la identidad: las identidades son menos estables, menos duraderas. Lo mismo afirman autores como Mestrovic acerca de las emociones, llegando incluso a dibujar unas emociones fingidas, ya no es que las emociones sean inestables, es que podrían ser falsas, mera apariencia.
El otro elemento común que encontré fue una respuesta ante el supuesto del ser humano como un individuo determinado racionalmente, resultando en un sujeto político cómo una suma de intereses racionalmente, en un sentido determinista de la racionalidad. Esta respuesta vino de múltiples maneras. Desde el psicoanálisis lacaniano se hablaba de la contingencia de las voluntades colectivas, desde una perspectiva más analítica, Martha Nussbaum o Amartya Sen ponían en valor el papel de las emociones (que contendrían elementos cognitivos), llegando a hablar el segundo de “los tontos racionales” en referencia al individuo resultante de las teorías de la elección racional. En concreto, la reivindicación del papel de las emociones o la irracionalidad en lo político ha sido uno de los temas de interés de los autores contemporáneos, las políticas de identidad, la polarización política y el crecimiento de las ultraderechas a lo largo del planeta han acentuado incluso la importancia del papel de los sentimientos en el desarrollo político.
Los objetivos de mi ponencia serían definir las interconexiones encontradas en la teoría entre las emociones y la idea de identidad. Y para este fin he realizado una comparación entre diferentes autores y corrientes teóricas, con el objetivo de descifrar en fin las vías de la identificación colectiva.
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Javier Moscoso Cala
Comentó el 22/05/2021 a las 17:24:12
Buenas Jorge:
Enhorabuena por la comunicación y por las muy varias referencias que contiene. Te quería plantear una pregunta crítica sobre la teoría de la hegemonía de Laclau. Los elementos que mencionas, la tensión entre particularidad diferenciadora y universal, los dos momentos y la necesidad del cierre con estructura fija, ¿no son elementos que convierten la teoría de Laclau en demasiado formalista? ¿No se convierte en unas condiciones universales para toda formación de sujeto posible que convertirían a las identidades y lo político en algo separado de las propias prácticas y contestación culturales que lo generan? Si fuera así, ¿no sería mejor optar por la traducción y contestación cultural de los universales ya existentes a fin de generar cada vez universales y disputas entre universales cada vez más abarcadoras?
Saludos y ánimo con tu trabajo.
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Pablo Pérez Espigares
Comentó el 21/05/2021 a las 20:39:35
Enhorabuena, Jorge. Veo que tu comunicación ha suscitado muchos y buenos comentarios, buena prueba de que el tema y tu enfoque son muy estimulantes y sugerentes. Me gustaría preguntarte cómo concibes, o si te has plantado abordar o discutir, la relación entre patriotismo y cosmopolitismo en la línea en que en su momento sugirió M. Nussbaum, quien también ha trabajado el papel de las emociones políticas en la actualidad. ¿Crees que pueden ser posiciones conciliables desde el abordaje que tu planteas?
Responder
Jorge Hardisson Martín
Comentó el 23/05/2021 a las 12:34:02
Hola Pablo,
Muchas gracias por tu interés. Precisamente es una de las líneas que pretendo abordar en mi tesis en los próximos años, la conciliación entre diferentes posiciones en nuestras sociedades contemporáneas. Una primera intuición es que puesto que la diferencia, sea esta cual sea es inherente al campo sociopolítico, hay que pensar acerca de las formas de convivencia de las diferencias. De hecho por esa línea está transitando Mouffe una de las autoras más relevantes de la teoría posgramciana como ellos denominan. Muchas gracias y un saludo!
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Noelia Gutiérrez Martín
Comentó el 21/05/2021 a las 12:30:59
Gracias Jorge por tu comunicación, aporta información muy interesante sobre el concepto de identidad. ¿Crees que en la actualidad la identidad de grupo prevalece sobre la identidad individual, y que las personas modifican su propia identidad depende de las situaciones y de las emociones que les provocan? Pienso que la conformación de la identidad es un proceso continuo a lo largo de la vida de una persona y que va influida por las vivencias que va teniendo, pero no sé si en la actualidad los perfiles son más cambiantes. ¿Has encontrado alguna evidencia o dato que pueda ir en consonancia con está hipótesis?
Muchas gracias
Responder
Jorge Hardisson Martín
Comentó el 21/05/2021 a las 20:29:38
Hola Noelia,
Muchas gracias por el interés en mi ponencia. Pienso que la identidad individual y la colectiva se complementan más que prevalezca una sobre otra. Hay varios autores que hablan de una mayor fluidez en la identidad, un debilitamiento de las fuertes identidades de la modernidad, tanto en lo individual como en lo colectivo. Sobre la segunda cuestión, autores como Juan Carlos Revilla señalan a la memoria y las autonarraciones como un anclaje de la identidad, en este sentido se podría entender que efectivamente la identidad se irá transformando en función de las nuevas autonarraciones que formemos. Pensando en la noción de capitalismo libidinal de Lyotard sería posible que hubiese una hiperestimulación identitaria que pudiese resultar en perfiles más cambiantes. De nuevo muchas gracias por su pregunta!
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Aroa Casado Rodríguez
Comentó el 21/05/2021 a las 11:59:39
Gracias por tu comunicación, Jorge.
¿Crees que en una sociedad posmoderna podría llegar un punto en el que se disolviese por completo la efectividad de la idea de lo común?
Responder
Jorge Hardisson Martín
Comentó el 21/05/2021 a las 19:03:51
Hola Aroa,
Gracias por tu pregunta. Resulta difícil imaginar una sociedad que disuelva completamente la idea de lo común. Es cierto que varios autores señalan que las sociedades neoliberales pueden acentuar el individualismo hasta niveles donde la responsabilidad social casi desaparece, pero existen movimientos contrahegemónicos que contestan a esta idea. En este sentido Hinkelammert señalaba incluso la “sacralización del mercado” para describir como el neoliberalismo descentraba al ser humano como objeto de la política para situar al mercado, la inflación u otros elementos suprahumanos como el centro de lo político. Muchas gracias y un saludo!
Responder
Ricardo Mejía Fernández
Comentó el 20/05/2021 a las 22:47:39
Gracias, Jorge, y enhorabuena por tu ponencia. ¿Qué piensas de la relación entre las emociones y la posverdad? ¿Hay algún vínculo entre identidad del sujeto y el filtro emotivista del discurso en los autores declarados como posmodernos?
Un saludo cordial.
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Jorge Hardisson Martín
Comentó el 21/05/2021 a las 17:48:14
Hola Ricardo,
Muchas gracias por el interés. No conozco en profundidad la idea de posverdad, entiendo que habría dos posiciones, una que niega la posibilidad de la verdad, lo real, dando lugar a múltiples posibles verdades y se regirán por la coherencia, y otra que niega la existencia misma de la verdad, lo que causa que exista una lucha por la posición de verdad entre diferentes opiniones. Este campo parece relacionado con las emociones, además teniendo en cuenta que se suele entender en política cómo una primacía de la apelación emocional sobre la realidad.
Aún con la dificultad de la categoría de posmodernidad, si entendemos como posmodernos a autores como Lyotard o Vattimo con su racionalidad inestable y su pensamiento débil respectivamente pueden entenderse como espacios donde pueden entrar las emociones. Así mismo la eficiencia de la información que señalaba Lyotard puede entenderse como una anticipación de las recientes reclamaciones de posverdad o la posdemocracia de Colin Crouch. Por último, con una perspectiva sobre la conformación de identidades colectivas Laclau establece la investidura radical como perteneciente al orden de lo afectivo. Espero haberle resultado útil, un saludo!
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Ricardo Mejía Fernández
Comentó el 21/05/2021 a las 20:45:51
Gracias por tan estupenda respuesta. Un saludo muy cordial.
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Elena Yrigoyen Carpintero
Comentó el 20/05/2021 a las 22:06:08
Hola Jorge,
Muchas gracias por compartir tus reflexiones. Quería preguntarte por el papel que crees que podrían tener los afectos en la construcción de la identidad cuando ésta no se entiende sólo como identificación, sino, siguiendo con la línea psicoanalítica, aunque no lacaniana, como un trabajo, tal y como decía Freud. Al pensar en términos de trabajo, me parece que hay cabida para el papel de nuestras capacidades racionales (siempre limitadas, por supuesto, y sin querer contraponerlas a los afectos como si se tratara de dos planos radicalmente distintos en su modo de ser) en la reconfiguración constante de nuestra identidad social y política. Un saludo y gracias de nuevo.
Responder
Jorge Hardisson Martín
Comentó el 21/05/2021 a las 13:37:35
Hola Elena,
Muchas gracias por tu pregunta. Sobre la cuestión del trabajo en Freud, no sé si te refieres a la importancia que da al trabajo a la hora de ligar al individuo con la realidad o a otro concepto de su teoría, pese a que quizás el oficio o el trabajo puede no ser tan determinante en la constitución de la identidad hoy en día, si parece evidente que mantiene un lugar importante en la identidad. En cualquier caso, no sé si di a entender que la identidad o la identificación están ausentes de racionalidad, pienso cómo señalas que emociones y razón están conectadas, podría decirse que hay razón en la emoción (cómo señala Nussbaum en el aspecto cognitivo de las emociones) y que no hay emoción en la razón, como señalan autores como Arias Maldonado hay que tener cuidado con exagerar el papel de lo somático por oposición con las teorías previas, dejando al individuo como un sujeto a la deriva de sus emociones. Un saludo!
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Alberto Ruiz Méndez
Comentó el 20/05/2021 a las 20:44:18
Hola, gracias por compartir tus reflexiones. Espero que al redacción de tu tesis fluya positivamente. Estoy muy interesado en las ideas Laclau sobre el populismo debido a un proyecto de investigación que estoy iniciando. Una de los aspectos que más me llama la atención de su teoría es la relación entre la identidad y la idea de la investidura radical, mi pregunta/comentario es la siguiente: entiendo que Laclau está describiendo (no prescribiendo) la formación de las identidades colectivas, en este sentido, primero se forma ésta y luego se da el paso de la investidura, ¿pero no te parecería que puede llegar a pasar que es hasta que se da el momento de la investidura radicar, por ejemplo, la identifcación de un líder que la identidad colectiva se vuelve política? Antes del momento de la investidura la identidad puede ser colectiva, pero no política. Creo que Laclau está leyendo al revés la historia, al identificar un líder las identidades colectivas adquieren sentido político, performativo... antes son sociales, ligadas a emociones o reinvidaciones que no necesariamente son políticas... espero haberme hecho entender. Saludos.
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Jorge Hardisson Martín
Comentó el 21/05/2021 a las 10:04:04
Hola Alberto,
Muchas gracias por tus reflexiones. El punto acerca del cual me preguntas es complejo y quizás en mi ponencia lo haya dejado desdibujado. Para entenderlo creo que ayudan dos ideas de la teoría de Laclau. Por un lado, las distinciones entre lo administrativo y lo populista y entre demandas democráticas y demandas populistas. Para Laclau las demandas surgen aisladas, y estas pueden ser respondidas por la administración dando respuesta a las demandas surgidas desde la sociedad desapareciendo. Es cuando las demandas no son respondidas cuando son susceptibles de convertirse en populares formando la cadena equivalencial junto a otras demandas no respondidas. Por otro lado es necesario explicar que implica la investidura en el psicoanálisis lacaniano. En el pensamiento lacaniano se podría decir que hay una preponderancia del significante sobre el significado, es el significante el que dota de sentido, y en el proceso de investidura se escenifica como otorgador de sentido del elemento particular. Aplicado a los colectivos, habrá algunos significantes que en su investidura signifiquen el conjunto de la cadena de equivalentes. Es el efecto de nombrar el que otorga un sentido de colectividad con la que poder identificarse porque es el que es constitutivo en sí de esa identidad.
De esta forma lo que describes al final de tu cuestión se ajustaría más con la distinción entre las demandas democráticas y las demandas populares, la politización de la demanda viene cuando esta no es respondida y se une a una cadena de demandas equivalencialmente unidas. Pero la identidad colectiva(y la personal también), si la entendemos desde una perspectiva poslacaniana existirá gracias y sólo cuando se haya investido a algún o algunos elementos como significantes otorgando sentido a la identidad. Pues es a partir de ese nombre de un objeto parcial que encarnará la plenitud mítica desde donde se producirá la investidura afectiva que dotará de sentido a la colectividad. En definitiva, y respondiendo a tu pregunta, en realidad Laclau dice que la tensión entre la lógica de la equivalencia y la lógica de la diferencia es el locus de lo social, porque entiende que en estas lógicas es donde se constituye la propia identidad en lo social. Pero efectivamente cuando Laclau iguala lo político a lo populista, está diciendo que lo político comienza cuando una voluntad popular encarna míticamente una serie de demandas a priori independientes pero que se han unido perdiendo parte de su particularidad en pos de alcanzar la universalidad(siempre fantasmática), enfrentando esta voluntad a una otredad. Espero haber podido ayudarte en este tema tan complicado y si tienes más cuestiones responderé encantado.
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Alberto Ruiz Méndez
Comentó el 21/05/2021 a las 16:30:02
Gracias por tu respuesta, Jorge, me da gusto que podamos entablar este breve diálogo entre ponencias, me da una razón para releer a Laclau. Este autor me generó mucha incomodidad pues, detrás de lo denso de su escritura, hay temas muy importantes para la vida de las personas y creo que él se esconde en cierta forma de "intelectualismo", por eso lo veo con ojos muy desconfiados. Te dejo el siguiente correo para que me escribas y te cuente un poco del proyecto que estoy coordinando acá en México, quizá podamos encontrar una vía para que te unas: albertoruiz@filos.unam.mx ¡Saludos!
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José María Carabante
Comentó el 17/05/2021 a las 17:57:22
Estimado JOrge,
Lo primero, enhorabuena por la conferecnia. Me interesa mucho la cuestión identitaria. Mi pregunta tiene que ver con un aspecto que me preocupa mucha sobre la conformaciòn de la identidad contemporánea. Cada vez vemos que los procesos de socializaciòn son mucho más parciales y se efectúan en una suerte de nichos. Lo que no se ha estudiado tiempo es hasta qué punto estos procesos de identidad particularista pueden poner en entredicho la concepción de la política como búsqueda de lo común. ¿NO son las diferencias exacerbadas una forma de soslayar lo comunitario y, en definitiva, de hurtar el sentido a lo político? Muchas gracias de antemano. Un saludo
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Jorge Hardisson Martín
Comentó el 21/05/2021 a las 09:05:58
Muchas gracias por el interés, es cierto que un incremento de las identidades particularistas dentro de una sociedad determinada parece minar a priori ese sentido de lo común. Pero si atendemos a lo político en un sentido schmittiano la aparición de fronteras amigo/enemigo donde una identidad se relacionará con las otras en términos de unión o separación, serían en realidad la aparición de lo político. Por otra parte, pienso que mirando desde el enfoque de la teoría de Laclau lo común sería una construcción hegemónica, y no estaría exenta de sobredeterminaciones propias de la lucha por las inscripciones hegemonizantes alrededor de esta idea de lo común, donde se configuraría que o quien está dentro y quien excluido de esta idea de lo común. Este lo común podría ser un perfecto ejemplo en muchas de nuestras sociedades de punto nodal en torno al que se van a significar numerosos elementos en el proceso equivalencial en torno a este. Para finalizar, entendiendo esta búsqueda de lo común en un sentido comunitario, debería señalar que esta preocupación en torno a como los antagonismos pueden fracturar la sociedad incluso llegando a la deslegitimación del adversario se encuentra en los autores, siendo Mouffe quien más ha profundizado en la idea de agonismo que pretende dar una respuesta a como estos antagonismos se resuelven en nuestras sociedades democráticas. Lo común entendido fuera del momento administrativo como mera recopilación de las demandas de una comunidad, podría no ser si no que ese punto nodal en torno al que diferentes voluntades colectivas tratan de inscribir las demandas y significados que comparten para hacerlos hegemónicos. Espero haber sido de ayuda y muchas gracias! Un saludo.
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