Análisis de contextos culturales a través de un personaje trágico: en torno a la figura de Medea en Eurípides

Independientemente de su antigüedad o contemporaneidad, la literatura es una de las mejores vías para adentrarnos en los estudios culturales de un contexto social concreto: si se trata de escoger un género, puede decirse que la tragedia es la más impactante expresión de nuestros miedos y la confirmación de que la vida puede terminar desilusionándonos. En el ámbito griego de época clásica, el gran poder de este género radica en contraponer las expectativas del público

De entre los tres grandes trágicos griegos, Eurípides fue el menos apreciado en su época: sin embargo, con el paso del tiempo llegó a ser el más admirado; pues el público de Atenas no supo apreciar en su día las novedades propuestas por el autor. El caso concreto de Medea, una tragedia estrenada durante las fiestas de las Grandes Dionisíacas el año en que comenzó la Guerra del Peloponeso, es bastante singular: obtuvo sólo el tercer premio en el festival cuando a día de hoy es considerada una de las más brillantes de toda la antigüedad clásica.

Medea es una tragedia que destapa nuestros peores miedos que, unidos a su verosimilitud psicológica, hace que sea igual de aterradora que hace casi 2.500 años. A partir del estudio de su principal protagonista nos adentraremos en algunos de los tópicos más importantes de la antigua Grecia que nos servirán al conocimiento del contexto cultural en el que se enmarcaba la obra: el propio género dramático, el concepto, funcionamiento y características de la πόλεις griega, el papel de la mujer en la sociedad, la relación entre los griegos y los pueblos extranjeros e incluso algún aspecto imprescindible de la religión antigua. De este modo se demostrará la importancia del estudio del personaje literario como herramienta para el conocimiento profundo de una sociedad concreta.

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