La música es una forma más de hacer política. Las canciones, influenciadas por su contexto, reflejan en muchos casos las aspiraciones de su población. Prácticamente las letras de todas las canciones tienen elementos con connotaciones políticas; a veces de forma directa, como podría ser la canción protesta, y otras con mensajes velados, como podría ser el trap. Lo cierto es que son un fiel reflejo del contexto en el que se desarrollan.
El objetivo de esta ponencia es mostrar cómo algunas canciones tunecinas, ligadas al trap o a la nueva escena urbana, reflejan el proceso migratorio que en los últimos años a aumentado en el país mediterráneo. Tal es el punto que algunos medios de comunicación han llegado a decir en sus titulares que los nuevos artistas están potenciando con las letras de sus canciones las aspiraciones de los jóvenes para dejar su país de forma irregular.
En este 2021 se han cumplido diez años desde que el estudiante Bouzazizi se suicidara en medio de la plaza más conocida de Sidi Bouzid. Este acto representó la frustración y el descontento poblacional contra la dictadura de Ben Alí, provocando lo que se conoció como La Revolución de los Jazmines, y dando inicio a la Primavera Árabe.
En esta ponencia quiero mostrar cómo la música se convirtió en un proceso canalizador de estas demandas que surgieron en contra del proceso dictatorial. Y cómo con el paso de los años y el comienzo de la transición hacia la democracia, el contexto ha cambiado y estas nuevas canciones reflejan otras motivaciones políticas, centrándome en el proceso migratorio que se ha quintuplicado respecto al 2020.
Si a principios de 2010 las canciones giraban en torno a la búsqueda de la libertad o la denuncia de la corrupción, en estos diez años las canciones reflejan la falta de oportunidades e infraestructuras, elementos que han sido motivadores para que en enero del 2021 comenzara una nueva oleada de disturbios y protestas en los suburbios más pobres de la capital, y que rápidamente se extendieron por las principales ciudades.
Los nuevos cantantes tunecinos, ligados al trap árabe o a la música urbana, muestran en las letras de sus canciones las miserias de la juventud. Un género que cuenta con millones de visitas en los principales canales de reproducción y supone toda una radiografía social.
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Hugo César Moreno Hernández
Comentó el 22/05/2021 a las 00:04:59
Hola, Víctor. Me ha gustado mucho tu presentación, logras sintetizar el contexto general con la particularidad del género musical y su expresión sociopolítica. Quiero preguntarte si has recurrido al enfoque de juventud, pues no alcancé a percibirlo en la presentación. A riesgo de abundar en lo obvio, me atrevo a recomendarte el trabajo de Carles Feixa, Maritza Urteaga, Rossana Reguillo y otros autores que trabajan desde ese enfoque, creo que te servirán mucho para ampliar las posibilidades analíticas de tu trabajo.
Saludos
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Víctor Terrazas Chamorro
Comentó el 24/05/2021 a las 11:39:19
Muchas gracias Hugo, te lo agradezco infinitamente. No es sencillo encontrar referencias académicas sobre esta temática y más en castellano.
Muchas gracias.
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Lía Fernández Sangrador
Comentó el 21/05/2021 a las 19:48:33
Enhorabuena por su interesante ponencia y por la didáctica y completa exposición. Ha puesto de relieve un tema innovador. Me ha parecido muy interesante cómo ha relacionado el estudio de las canciones para el análisis de las migraciones de un espacio geográfico concreto como es Túnez.
Quisiera formularle un par de preguntas:
1. En relación a la metodología seguida, ¿ha empleado algún software para la búsqueda de interrelaciones entre las letras de las canciones?
2. ¿Cree que podría extrapolarse el estudio a otros ámbitos geográficos?
Reciba un saludo cordial.
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Víctor Terrazas Chamorro
Comentó el 24/05/2021 a las 11:44:12
Lo primero de todo Lía, muchas gracias. Agradezco tus preguntas.
En cuanto a la primera, la respuesta es que no he utilizado ningún software, es más diría que ni siquiera existe. Ojalá existiese, me ahorraría horas y horas de trabajo. Las canciones seleccionadas han sido después de escuchar decenas de canciones tunecinas y guiarme gracias a diferentes trabajos y artículos.
En cuanto a la segunda, la respuesta es sí. Considero que la música y la política son dos fenómenos universales, dos hechos sociales presentes en cualquier país y contexto histórico. Y por supuesto que es extrapolable, es más, creo que debemos fomentar una concepción sonora del saber.
Muchas gracias por tus preguntas, por tu tiempo y por tu trabajo. Un fuerte abrazo.
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