La concentración de la sociedad: lineamientos para una teorización sistémico-crítica

Resumen

Al echar un vistazo a la forma actual que ha adquirido la sociedad moderna no resulta difícil constatar la emergencia de una dimensión sistémica marcada por un cúmulo de esferas altamente diferenciadas (pensemos en la economía, la política, el derecho, la educación, la religión, la ciencia, la salud, etc.). Esta dimensión sistémica es resultado de un proceso de diferenciación funcional y simultáneo crecimiento, el que ciertamente estaría acompañado de conflictos o crisis de índole estructural. Sin embargo, ¿cómo han de ser comprendidas las crisis de las sociedades modernas a la luz de esta lógica de diferenciación funcional e interno crecimiento? En la búsqueda por ofrecer perspectivas teóricas acerca de este problema, se despliegan algunas reflexiones basadas en una conjunción de los enfoques teóricos de Niklas Luhmann y Karl Marx. Esta conexión haría posible desplegar una perspectiva de observación destinada a captar los detonantes objetivos de tal tipo de crisis, las que serán entendidas a continuación como crisis de concentración. En este marco, las reflexiones que se exponen aquí procuran escudriñar en la estructura que adquiere dicha concentración, a saber: una concentración de la participación en los rendimientos o prestaciones de los diferentes sistemas sociales. Los procesos de concentración que se constatan para los diversos sistemas conducirían: (i) a una subsecuente generación de esquemas de estratificación (esto es a lógicas de desigualdad expresadas internamente para cada tipo de sistema social); (ii) a una homogenización de la diversidad de opciones de los sistemas (cercenando así la posibilidad de movilidad social); y finalmente (iii), justamente a partir de lo anterior, a circunstancias de crisis sistémico-sociales como las que se observan en la actualidad a lo largo y ancho de la sociedad moderna.

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