LA EMPATÍA INFANTIL, COMO UN RECURSO INDISPENSABLE EN LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO

Una adecuada formación docente determinará los valores intrínsecos de cada educador o futuro educador, valores que percibirán y recibirán nuestros hijos y alumnos en las escuelas infantiles. Nos encontramos en un período crítico que no debe estar determinado únicamente por el estudio teórico, ni prácticas bajo el rol de docentes que asisten a un centro a observar, evaluar lo que otro hace o ayudar en su hacer; nos olvidamos que se tratan de profesionales y que como tal también debemos conocer su experiencia infantil ¿podríamos formar en la universidad a través de la experiencia infantil, de la experimentación y significación como si nuestros estudiantes fueran los niños del centro? ¿Qué esperamos cuando formamos docentes? ¿Cómo se da la formación actual, sea online o presencial?

Los profesionales que realizamos formación universitaria conocemos como la realidad en el aula donde se forma a docentes de Educación Infantil, contienen mobiliario inmóvil, clases magistrales de teoría, y carencia de espacios abiertos para realizar actividades dinámicas y sistemáticas, obteniendo como resultado a personas formadas adecuadamente de forma teórica pero que carecen de creatividad, incapacidad de diseñar estrategias que conlleven a una experimentación sensorial que no sea el trabajo de psicomotricidad en una ficha. Es por ello, que no debemos olvidar la importancia de formar a nuestros maestros desde una perspectiva “empática infantil” ¿qué implica esto? significa que ellos puedan sentir y experimentar lo que sienten los niños cuando realizan una actividad, lo que conlleva un proceso de descubrimiento de sensaciones a través de las plantas de los pies y las manos; si te tapan los ojos; como plantear actividades creativas y motivadoras en donde el “placer de actuar, sentir, percibir… nos traslade a un proceso de cognición. Formar a docentes que juegan, son creativos, dinámicos y capaces de salir de su zona de confort para saltar, y divertirse, ya que las respuestas están en nuestras aulas y en cada espacio de formación. Es importante cambiar la mirada y entender que formamos a personas que estarán en contacto con la etapa más importante del desarrollo y que ellos tienen que sentir. Esta comunicación se centra en evidenciar cómo formar desde la “empatía infantil”. El presente estudio surge de la necesidad de realizar un programa de formación para docentes en la etapa de Educación Infantil en el área de psicomotricidad tanto gruesa, como fina, en un centro educativo, ubicado en Valencia – Edo. Carabobo – Venezuela. Siendo su objetivo principal, formar a docentes en el área de psicomotricidad a través de una metodología significativa y experimental con la finalidad de trasladar esta práctica a sus estudiantes. A nivel metodológico se utilizó la investigación acción participativa. Obteniendo como resultados la reflexión de docentes a través del sentir infantil, siendo los protagonistas de sus procesos de cambio en la práctica pedagógica.

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