CÓD.S01-10 ONLINE

Modernidad, Vanguardia, Nacionalismo y Xenofobia

La vanguardia artística del París de finales del XIX y primer tercio del XX lucha por abrirse camino en salones y agrupaciones europeas, más receptivas a la innovación de lo que lo fueron las parisinas. La obligada internacionalización a la que se vieron forzados estos artistas, es sustentada, en gran medida, por el apoyo brindado por marchantes, críticos y coleccionistas de arte moderno cosmopolitas. Esta masiva internacionalización no hubiese sido probablemente tan manifiesta de no ser porque la propia vanguardia artística, sus artífices, y en definitiva, todo el ecosistema que les rodeaba, era intrínsecamente internacional.

La incomprensión que la pintura moderna genera ante el público de a pie, lejano a este reducido microcosmos artístico y provocada por su reputación de manifestación ajena e impropia de la cultura nacional, se vincula irresolublemente a las pretendidas incongruencias artísticas de “extranjeros de mal vivir”. Al amparo de la fiebre de xenofobia política, social y cultural de los años previos al estallido de la Primera Guerra Mundial, esta relación xenófobo-artística va intensificándose. El temor a un conflicto armado que se sabe ya inminente y el recelo ante todo aquello que pueda relacionarse –real o ficticiamente– con el enemigo, se convierten en el caldo de cultivo perfecto para certificar que el arte moderno, dado su carácter excéntrico y foráneo, emanaba de una raíz irrefutablemente bárbara, salvaje y monstruosa, antagónica, en definitiva, al puro espíritu francés.

El periódico l’Action Française que durante estos años previos al conflicto armado y amparándose en el escandaloso episodio Dreyfus, se había focalizado en una fortísima campaña antisemita apoyada por los monárquicos más radicales, no duda en revisar sus postulados a partir de 1914. Iniciada ya la contienda, el aspecto judío parece pasar a un segundo plano, permitiendo la focalización de toda su aversión contra el enemigo alemán. La fiebre del Made in Germany, que pretendidamente coloniza Francia con l’Action Française a la cabeza, inunda la prensa de estos años, extendiéndose a los más inimaginables aspectos de la vida cotidiana. De entre todos los delirios de conspiración, propios a los terrores de la guerra, uno nos interesa de manera particular: el convencimiento francés de que el objetivo germano no era otro que el de la imposición de su propia Kultur. Precisamente esta será la base de la conferencia que el pintor y miembro de la Academia de Ciencias, Letras y Artes de Lyon, Tony Tollet, ofrece en 1915, y en la que denuncia la influencia de la corporación judeo–alemana de marchantes de arte de París sobre la cultura francesa.

Lo cierto era que, ya fuesen franceses o alemanes, la comunidad judía era abundante entre el colectivo de los marchantes de arte: Bernheim Jeune, Berthe Weill, Georges Wildenstein, los Rosenberg, y por supuesto, Kahnweiler. Alemán y judío. Entre la camarilla de snobs a la que se refiere Tollet en su conferenciatambién había muchos judíos: notablemente los Stein, los Rothschild, Marie Laure de Noailles, Harriet Lane Lévy, Adolphe Basler o las hermanas Cone, también ellas alemanas y judías, pese a la americanización de su apellido.

De las consecuencias que la guerra tuvo en el arte de vanguardia y sus experiencias con la modernidad se ha escrito muchísimo. Lejos de pretender profundizar en las repercusiones estilísticas derivadas de la comprensión de las vanguardias como un arte deshumanizado, mucho más sugerente resulta, por el tema que nos ocupa, la incisión en los efectos morales que ésta tuvo en el mundo del arte y la cultura desde un prisma más amplio.

Palabras clave

Nacionalismo Vanguardia Artística Xenofobia

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Belén Atencia Conde-Pumpido

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Hay 2 comentarios en esta ponencia

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      Angel Torres-Toukoumidis

      Comentó el 18/05/2021 a las 03:36:01

      Estimada Belén,
      Gran análisis histórico realizado. ¡Enhorabuena! Una consulta: ¿Consideras que se puede remarcar como un hito sin precedentes la carta de Émile Zola sobre la situación de antisemitismo en el país? ¿Por qué?
      Gracias

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        Belén Atencia Conde-Pumpido

        Comentó el 18/05/2021 a las 14:47:58

        Estimado Ángel, me alegra que te haya gustado mi estudio.
        Efectivamente considero que el escrito de Zola es un hito sin precedentes sobre la situación del antisemitismo en Francia, pero no sólo por el escrito en sí, sino por toda una serie de condicionantes que el propio Zola tuvo muy en cuenta a la hora de publicarlo en L'Aurore.
        Más allá de la maestría retórica de Zola y su carácter provocador, la proliferación absolutamente insólita de J'accuse! tuvo mucho que ver con el estado civil, profesional, social y político de éste. Figura clave de las letras y al mismo tiempo de origen extranjero para el "establishment" literario, independiente políticamente, reaccionario...
        No quiero extenderme de manera exagerada en esta cuestión que si te interesa, por supuesto podemos seguir debatiendo. En cualquier caso y para saciar tu curiosidad, te recomiendo un artículo, ya algo antiguo pero muy completo sobre el tema: Mitterand, H. (1998). Histoire, mythe et littérature La mesure de "J'Accuse...!" Historical Reflections / Réflexions Historiques, 24(1), 7-23.

        Muchas gracias por compartir tus dudas conmigo,
        Un cordial saludo,
        Belén

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