LA COEDUCACIÓN PATRIMONIAL COMO HERRAMIENTA DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL: EL PROYECTO ME VEO, LUEGO EXISTO

El patrimonio y los espacios patrimoniales no son neutros e inalterables en el tiempo, sino que son objetos y lugares que invitan a las personas a reflexionar e interpretar una determinada realidad. Sin embargo, lo que tradicionalmente se han considerado patrimonio ha sido seleccionado y legitimado por una parte muy reducida de la sociedad. Novelo (2005), defiende que el patrimonio y las políticas orquestadas en torno a él, son una herramienta que perpetua los gustos y los valores de los grupos dominantes y su posición en el mundo. Bendix, Eggert y Peselmann (2012), así como Hafstein (2012), han demostrado que en torno al patrimonio se emplean una serie de discursos, mecanismos, prácticas e instancias que legitiman el orden político, económico y social establecido, y que favorece la continuidad de un sistema androcéntrico y capitalista en el que solo una pequeña parte de la sociedad sale favorecida.

En los últimos años, especialmente desde los años 80 y principios de los 90, los movimientos feministas y anticolonialistas han puesto sobre la mesa la necesidad de realizar estudios atendiendo a lo que Llorenç Prats (2005) ha denominado las claves ocultasdel patrimonio. Es decir, ver qué procesos son los encargados de “dar valor a determinados elementos para que pasen a forman parte de nuestro acervo cultural y ser merecedores de aprecio” (p.22). Y es que, como distintas autoras han planteado, el patrimonio es una práctica de producción cultural centrada en el presente, que toma el pasado como recurso (Kirshblatt-Gimblett, 1995); que implica una selección y reelaboración de distintos elementos culturales para nuevos usos sociales (Roig y Frigolé, 2010; Estepa y Martín Cáceres, 2018; Lucas, 2019); y por tanto, es un proceso activo de negociación y selección de la memoria, la identidad y el sentido de lugar (García Valecillo, 2015; Fontal y Marín-Cepeda, 2018). Por ello, desde el ámbito de la educación, el feminismo supone una herramienta fundamental e imprescindible a la hora de analizar los procesos de patrimonialización, pues permite adoptar todas las acciones positivas necesarias para corregir las situaciones de desigualdad en la producción y creación intelectual artística y cultural de las mujeres (Lucas y Alario, 2018). Autores como Avrami, Macdonald, Mason y Myers (2019) han destacado que la coeducación patrimonial es una herramienta y un contenido didáctico fundamental para educar hacia una historia crítica destinada mejorar la sociedad; considerando narrativas alternativas a la historia tradicionalmente conocida.

Como ejemplo, presentamos un proyecto didáctico sobre coeducación patrimonial, desarrollado en el curso 2019-2020, en el que estudiantes del Grado de educación primaria de la Facultad de educación de Palencia muestran la eficacia de todo lo argumentado anteriormente.

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