Según la UNESCO, (1997, punto. 3), la educación de personas adultas puede entenderse como:
El conjunto de procesos de aprendizaje, formal o no, gracias al cual las personas cuyo entorno social considera adultos desarrollan sus capacidades, enriquecen sus conocimientos y mejoran sus competencias técnicas o profesionales o las reorientan a fin de atender sus propias necesidades y las de la sociedad. La de adultos comprende la educación formal y la permanente, la educación no formal y toda la gama de oportunidades de educación informal y ocasional existentes en una sociedad educativa multicultural, en la que se reconocen los enfoques teóricos y los basados en la práctica.
Así mismo, la formación de personas adultas se puede observar como un instrumento poderoso y de múltiples aplicaciones para construir una identidad colectiva más igualitaria y participativa, donde la ciudadanía tenga las mismas oportunidades de intervenir en su vida en los procesos colectivos. El futuro democrático exige el refuerzo de la sociedad civil y de la vida asociativa, y la educación de personas adultas es un espacio donde deben darse nuevas formas de comunicar y de actuar, de vivir y convivir.
La educación de personas adultas puede considerarse un mecanismo de resocialización o de socialización tardía de la población en el terreno laboral y cultural. Y puede reproducir y legitimar el sistema económico y social dominante.
La presente comunicación indaga sobre las prácticas que la participación adquiere en la educación de personas adultas en base a diferentes dimensiones de la misma. Para ello, se plantean diferentes factores surgidos de las entrevistas a informantes clave.
Mediante el uso de técnicas cualitativas para la recolección de la información, a partir de 12 entrevistas en profundidad en seis centros públicos de educación de personas adultas de la comarca de L’Horta de València.
Estas contradicciones que se ven reflejadas en la investigación realizada mediante entrevistas en profundidad a integrantes de diferentes Centros de Formación de Personas Adultas de L’Horta de València (España) en dos tandas con veinte años de diferencia (1999-2020), lo que permite adquirir una mayor comprensión de la interconexión entre educación y participación desde una perspectiva diacrónica.
Como resultado, puede avanzarse que a pesar de que, en el sistema educativo y en la formación de personas adultas en particular, la participación tiene mayores pretensiones que en otros ámbitos, se mantiene cierta crisis en la participación, pues, aunque se desarrollen iniciativas creativas y alternativas, esto se realiza, sobre todo, por y desde el profesorado. La participación es un objetivo a conseguir más que una realidad efectiva.
En conclusión, la educación de personas adultas debe desarrollar nuevos espacios que posibiliten otras oportunidades alternativas, generando relaciones complejas, contextos probables de acción que coexistan con entornos novedosos, deseables e inciertos, pero no irrealizables, mediante la promoción de acciones de acuerdo con cambios a corto, medio y, sobre todo, plazo.
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José Carmelo Adsuar Sala
Comentó el 01/06/2021 a las 20:23:33
Hola,
Me ha gustado la comunicación bastante. Me gustaría preguntaros cómo creeis que se podría incentivar la participación en actividades creativas y alternativas por parte del alumnado. Muchas gracias.
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Noelia Santamaría-Cárdaba
Comentó el 23/05/2021 a las 15:23:53
Enhorabuena por su comunicación es muy interesante. ¿Creen que en otros niveles educativos tendrían resultados similares? Gracias
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Yolanda Rodríguez Castro
Comentó el 23/05/2021 a las 11:35:13
Buenos días, su trabajo me trabajo muy interesante. Mi pregunta se centra en ¿qué estrategias proponéis para fomentar la participación de este colectivo en la educación de adultos? ¿Y que tipo de nuevas espacios proponéis crear para este colectivo? Muchas gracias.
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Mario Corrales Serrano
Comentó el 23/05/2021 a las 11:15:16
Estimados autores:
Muy interesante su aportación. Felicidades!!
¿Coinciden sus resultados con algún otro estudio al respecto?
Gracias
Responder
Claudia Ruiz Chagna
Comentó el 21/05/2021 a las 18:10:43
Buenos días, excelente tema sobre todo porque gran parte de la población adulta sobre todo en América Latina, no tuvo acceso a la educación formal.
Mi Pregunta es ¿Han considerado la educación no formal, orientada al desarrollo de competencias? que apoye a los adultos a fomentar lo que saben hacer por experiencia.
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Susana Marín Traura
Comentó el 21/05/2021 a las 19:24:21
Gracias por su pregunta Claudia. Efectivamente la educación no formal permite y pretende poner en valor las competencias de las personas discentes en el proceso educativo. El alumnado en muchos casos no es consciente de todas sus potencialidades, y visibilizarlas aumenta su motivación.
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Dalia Jaqueline Santa Cruz Vera
Comentó el 20/05/2021 a las 18:21:42
Buenos días. Muchas gracias por su ponencia. El tema es muy interesante y vale la pena estudiar diferentes posibilidades para que la alfabetización de adultos alcance mejor sus objetivos: entusiasmar con la adquisición de nuevos conocimientos que repercutan en una promoción personal y laboral. Me parece muy pertinente intentar una adecuada participación de los estudiantes-adultos en el diseño de nuevas estrategias formativas a para ellos mismos, así dichas propuestas responderán mejor a sus necesidades y los estudiantes no abandonarán el proceso iniciado. ¿Podrían sugerirnos algunos formas de lograr una eficaz participación de la población adulta objetivo de la alfabetización? Muchas gracias.
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Juli Antoni Aguado Hernández
Comentó el 20/05/2021 a las 19:12:58
Buenas tardes Dalia Jaqueline,
Más allá de la participación de los estudiantes-adultos en el diseño de nuevas estrategias formativas a para ellos mismos, y de la voluntariedad del profesorado, para hacer más eficaz esta participación, cabe plantear, por ejemplo, la formación de personas adultas como espacio de participación ciudadana, de mejora de la inclusión social y de la ciudadanía activa, generando capital social y confianza colectiva. Ello puede realizarse, entre otras formas, mediante la promoción y la vertebración de actuaciones no sólo de formación, sino también de información, animación sociocultural, de solidaridad, etc.; en definitiva, de la participación de los miembros de los centros, como colectivo, en otros ámbitos locales, al igual que fomentando el acercamiento de la comunidad a las actividades realizadas en los centros.
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Dalia Jaqueline Santa Cruz Vera
Comentó el 21/05/2021 a las 18:51:29
Muchas gracias por su respuesta. Buen final de Congreso.
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Belén Massó-Guijarro
Comentó el 20/05/2021 a las 17:22:00
Muchas gracias por su contribución. Los sujetos entrevistados en 2020, ¿fueron los mismos de 1998? ¿Podría considerarse el suyo un estudio longitudinal? ¡Gracias!
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Susana Marín Traura
Comentó el 20/05/2021 a las 17:29:38
Buenas tardes, Belén:
No, no lo fue puesto que el personal de 1998 ya no estaba en la EPA en 2020 y por esa razón optamos por entrevistar a personal de otros centros. En esencia algunos elementos son iguales tales como la legislación, y nos interesaba la comparación observando realidades distintas amparadas en un mismo marco.
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Susana Marín Traura
Comentó el 20/05/2021 a las 16:59:40
Hola Judith,
Gracias por la pregunta. Por lo observado, hemos detectado que se debe a varios factores. Por un lado, efectivamente, sus experiencias pasadas en las instituciones educativas fueron generalmente negativas y eso bloquea un mayor acercamiento. Por otro lado, observamos también que su objetivo es principalmente operativo: sacarse el graduado escolar, aprender una lengua, etc. y acuden al centro, realizan la acción para la que se apuntaron y, en muchos casos no quieren ir más allá.
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Judith Cáceres Iglesias
Comentó el 20/05/2021 a las 10:33:44
Buenos días,
he leído el resumen y me ha resultado muy interesante la relación entre identidad, participación e igualdad. Se hace énfasis en la necesitad de fomentar la participación en la educación superior y me surge la siguiente duda: ¿esa escasez de participación puede estar motivada por las experiencias académicas previas de esas personas? Es decir, puede que el paso por la educación primaria y la educación secundaria haya sido la causante de coartar esa esa motivación y/o participación. No sé si esta información está reflejada en vuestra investigación, pero me gustaría, si es posible, conocer vuestra opinión.
Os envío un saludo y os doy las gracias por este interesante estudio.
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